Unos 40 reclutas y aprendices de la Fuerza Aérea de Estados Unidos fueron expulsados del servicio por negarse a cumplir con la orden de vacunación contra COVID-19 del gobierno de Joe Biden, confirmó el lunes una portavoz.
Los afectados fueron dados de baja a nivel de ingreso, lo que significa que si deciden vacunarse contra COVID-19 en el futuro, pueden volver a alistarse, dijo la portavoz de la Fuerza Aérea, Ann Stefanek, al medio Stars and Stripes.
Unos 23 reclutas habían estado recibiendo formación básica y los otros estaban en formación técnica cuando fueron dados de baja de la Fuerza Aérea. Las bajas a nivel de ingreso o bajas no calificadas se conceden a personas que aún no han cumplido 180 días de servicio militar.
A los miembros de la Fuerza Aérea se les pidió vacunarse contra COVID-19, la enfermedad causada por el virus del PCCh (Partido Comunista Chino), antes de la fecha límite del 2 de noviembre.
Aquellos que no se vacunen antes de la fecha límite y que no reciban o no estén en proceso de una solicitud de exención religiosa o médica, se les acusará de violación de una «orden legal y serán sujetos a disciplina bajo el Artículo 92 del Código Uniforme de Justicia Militar», dijo la Fuerza Aérea el mes pasado. Los militares podrían ser sometidos a un consejo de guerra u otras medidas disciplinarias, añadió.
El requisito se deriva de una orden del secretario de Defensa Lloyd Austin emitida a fines de agosto, que dice que todos los militares deben vacunarse a menos que reciban una exención.
Cada rama de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos decidió por separado los detalles de la orden, incluidos los plazos. La Fuerza Aérea es la que tiene los plazos más tempranos para los militares en servicio activo y las reservas. Un portavoz de la Fuerzas Aérea dijo a The Epoch Times a principios de este mes que sus plazos no se retrasarían.
Hasta 12,000 aviadores en servicio activo y tutores seguían sin vacunarse a fines de la semana pasada, según los datos de la Fuerza Aérea. Algunos solicitaron y obtuvieron exenciones, otros se negaron rotundamente a la orden. El plazo para solicitar exenciones venció el 1 de noviembre.
La Fuerza Aérea también dijo a The Epoch Times que no está haciendo un seguimiento de las solicitudes de exención y, por lo tanto, no podía decir cuántas fueron aprobadas, si es que lo fueron. Su oficina dijo a los medios de comunicación la semana pasada que empezaría a publicar las cifras de exenciones aprobadas después de la fecha límite del 2 de noviembre.
La capitana de la Fuerza Aérea, Molly Lawlor, capellán del Ala de Bombas 28, dijo que un «porcentaje muy pequeño» está buscando una exención religiosa en su base. «La gente está tratando de averiguar cómo este nuevo requisito encaja en su sistema de creencias y las decisiones que quieren hacer».
El secretario de prensa del Pentágono, John F. Kirby, indicó durante una rueda de prensa el lunes que alrededor del 97 por ciento del total de la fuerzas armadas recibió al menos una dosis de la vacuna COVID-19, incluyendo el 99 por ciento de los marineros, el 97 por ciento de los aviadores y el 93 por ciento de los marines. La tasa de vacunación es superior al 90 por ciento entre los soldados, añadió.
«Así que solo en términos de la primera dosis, hemos progresado mucho más y seguimos viendo que los hombres y mujeres de las fuerza armadas hacen lo correcto, lo que es vacunarse», dijo Kirby a los periodistas.
The Epoch Times se puso en contacto con un portavoz de las Fuerza Aérea para pedir comentarios.
Con información de Zachary Stieber y The Associated Press
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