La Fuerza Aérea ha rechazado una solicitud de exención médica a la orden militar de la vacuna contra el COVID-19 por parte de un miembro de la reserva, a pesar de haber presentado pruebas de que es alérgica a uno de los componentes de la vacuna.
La reservista acudió a una clínica de Texas y se sometió a pruebas de alergia a los componentes de la vacuna, según una carta de un médico presentada a la Fuerza Aérea esta semana.
«Desarrolló una reacción positiva a las pruebas intradérmicas al polisorbato, lo que indica la posibilidad de una reacción alérgica significativa a la futura vacunación contra COVID-19», escribió el médico en la carta, un copia fue revisada por The Epoch Times.
«Recomiendo respetuosamente que se conceda a la paciente una exención médica para la vacuna COVID-19», añadió.
Sin embargo, pocos días después, el ejército dijo que no se concedía la solicitud.
En una carta al abogado que representa a la reservista, los funcionarios militares dijeron que las exenciones médicas no se conceden a personas que «alegan una alergia a un conservante de la vacuna sin haberla recibido».
«La cuestión es que debe aplicarse al menos una vacuna COVID y haber tenido una reacción adversa antes de que puedas reclamar una alergia a ella», dijeron los oficiales.
Esta postura choca con las directrices de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, que establecen que las contraindicaciones a la vacuna contra el COVID-19 incluyen una «alergia diagnosticada conocida a un componente» de las vacunas.
La agencia afirma que la alergia al polisorbato solo es una contraindicación para la vacuna de Johnson & Johnson, designándola como una «precaución» para las otras dos vacunas autorizadas en Estados Unidos. Las vacunas de Moderna y Pfizer no contienen polisorbato pero sí polietilenglicol; los compuestos están relacionados y puede producirse una hipersensibilidad cruzada entre ellos.
La agencia aconseja a las personas con este tipo de alergia que consulten con un alergólogo o inmunólogo.
La Fuerza Aérea no respondió a las solicitudes de comentarios.
«Esto es una locura», dijo a The Epoch Times R. Davis Younts, que representa a la reservista.
«Están concediendo exenciones para que la gente se retire, si están cerca de la jubilación, hay todos estos plazos cambiantes, hay toneladas de reservistas y otras personas que todavía tienen acciones pendientes, pero ¿no pueden darle 30 días cuando el médico está diciendo que puede tener una reacción grave? Es una locura. No entiendo qué posible propósito militar o de otro tipo puede haber en esto. Parece muy político».
Debido a la Doctrina Feres, si la reservista siguiera adelante y se vacunara y sufriera una reacción adversa, no podría presentar una demanda por negligencia contra el ejército.
La reservista sigue luchando contra la orden y está dispuesta a unirse a una de las demandas contra el Pentágono por las órdenes, principalmente por el rechazo generalizado de las solicitudes de exención religiosa.
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