Los talibanes dijeron el domingo que habían incursionado en las cercanías de la capital del valle de Panjshir, la última región en Afganistán que no han podido someter, tras la publicación de reportajes sobre intensos combates. Por su parte, los grupos de resistencia antitalibanes negaron la afirmación de sus adversarios y dijeron que numerosos terroristas talibanes fueron capturados.
Los grupos de oposición en el valle de Panjshir, encabezados por el hijo de un excombatiente antisoviético, llevan tres semanas combatiendo ante los talibanes.
El portavoz talibán, Bilal Karimi, escribió en Twitter que la sede de la policía y el centro del distrito de Rukhah, adyacente a la capital provincial, Bazarak, fueron sometidos. Las fuerzas de la oposición han sufrido bajas significativas y se capturaron un gran número de prisioneros, armas y municiones, agregó.
En una publicación hecha el sábado en Twitter, Karimi mostró un video que supuestamente muestra a los talibanes entrando en Panjshir, afirmando que «la gente honorable y digna de Panjshir está completamente libre de las garras sucias del círculo guerrero y de espías de extranjeros». The Epoch Times no pudo verificar la autenticidad del video.
Fahim Dashti, portavoz del grupo de oposición, el Frente de Resistencia Nacional de Afganistán, le dijo a Reuters que los talibanes están difundiendo propaganda y tratando de generar desinformación. “Las fuerzas de resistencia están listas para continuar su defensa contra cualquier forma de agresión”, dijo.
Otro portavoz del grupo de resistencia le dijo a Al Jazeera el domingo que habían capturado a cientos de talibanes. Agregó que sus fuerzas rodearon a «miles de terroristas» leales a los talibanes en Khawak Pass y que los talibanes abandonaron sus vehículos y equipos.
En declaraciones a la emisora de propiedad qatarí, Dashti, dijo que 1000 talibanes fueron asesinados, heridos o capturados en los enfrentamientos.
El grupo de ayuda italiano, Emergency, dijo que los talibanes, designados por varias agencias de inteligencia estadounidenses como terroristas, llegaron al hospital de traumatología que opera en Anabah, en el valle de Panjshir.
La semana pasada, los talibanes afirmaron que sus fuerzas tomaron el control de Panjshir, pero esa afirmación fue cuestionada por los combatientes de la resistencia. Mientras tanto, ha habido informes de intensos combates que continúan durante días. Cada lado afirma que causó un número significativo de bajas.
Bill Roggio, director de la revista Long War Journal, que lleva décadas realizando crónicas del conflicto en Afganistán, afirmó que los combatientes de la resistencia tenían una ardua batalla.
“El ejército de los talibanes se ha endurecido con 20 años de guerra y no se equivoquen, los talibanes entrenaron a un ejército”, escribió Roggio en Twitter, y agregó que “había muchas probabilidades” de que la resistencia continuara resistiendo. “El ejército talibán se apropió de una cantidad masiva de armas y municiones después de la retirada estadounidense y el colapso del ANA [Ejército Nacional Afgano]”, agregó.
Pero el principal oficial militar estadounidense, el general Mark Milley, dijo en una entrevista durante el fin de semana que la situación probablemente se convierta en una guerra civil más amplia. Mientras tanto, el caos resultante causado por la guerra y la evacuación militar apresurada de Estados Unidos podría permitir que grupos terroristas como ISIS y al-Qaeda se afiancen allí.
“Mi estimación militar es que es probable que las condiciones desarrollen una guerra civil. No sé si los talibanes podrán consolidar el poder y establecer la gobernanza”, dijo Milley.
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