Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) dijeron el domingo que dos terroristas de alto rango de Hamás murieron en sus ataques aéreos sobre Rafah, que se produjeron en respuesta a una lluvia de cohetes de Hamás que hizo sonar las sirenas en todo el centro de Israel.
Las FDI dijeron que sus aviones alcanzaron un complejo de Hamás en Rafah, matando a Yassin Rabia, jefe de personal de Hamás para Cisjordania, y a Khaled Nagar, un alto cargo de la división de Cisjordania.
Ambos individuos presuntamente estaban implicados en la transferencia de fondos para actividades terroristas en Cisjordania y, según las FDI, eran responsables de atentados terroristas en los que murieron soldados israelíes.
«El ataque se llevó a cabo contra objetivos legítimos en virtud del derecho internacional, mediante el uso de municiones precisas y sobre la base de inteligencia precisa que indicaba el uso de la zona por parte de Hamás», declararon las FDI en la plataforma de redes sociales X.
El ejército israelí señaló que estaba al tanto de los reportes de que «varios civiles en la zona resultaron heridos» como resultado del ataque, y agregó que «el incidente está bajo revisión».
Al menos 35 personas murieron y decenas resultaron heridas en los ataques aéreos de las FDI contra Rafah, donde busca refugio aproximadamente la mitad de los 2.3 millones de habitantes de Gaza, según el Ministerio de Sanidad de Gaza, dirigido por Hamás.
El ataque aéreo se produjo pocas horas después de que Hamás lanzara una lluvia de cohetes desde la ciudad de Rafah, en el sur de Gaza, hacia el centro de Israel, haciendo sonar las sirenas en ciudades como Tel Aviv por primera vez en meses.
Las FDI afirmaron que Hamás lanzó ocho proyectiles desde dos mezquitas en Rafah, lo que llevó a la Fuerza Aérea israelí a desplegar aviones contra el lanzacohetes utilizado en el ataque.
«Mientras facilitamos ayuda a la zona de Rafah, Hamás dispara cohetes hacia ciudades israelíes y sigue explotando sistemáticamente zonas civiles», declaró el ejército israelí.
Turquía condena a Israel por la invasión de Rafah
Por su parte, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha condenado los ataques de las FDI contra Rafah y ha prometido que su país hará «todo lo posible para que esos bárbaros [israelíes] rindan cuentas».
«Esta masacre, que tuvo lugar tras el llamamiento de la Corte Internacional de Justicia a detener los ataques, reveló una vez más el rostro sangriento y traicionero del Estado terrorista», declaró Erdogan en X.
Antes del ataque, la Corte Internacional de Justicia (CIJ), con sede en Holanda, había pedido al gobierno israelí que detuviera inmediatamente «su ofensiva militar y cualquier otra acción» en Rafah.
En su sentencia del 24 de mayo, la CIJ concluyó que las últimas operaciones israelíes en Rafah «pueden infligir al grupo palestino de Gaza condiciones de vida que podrían provocar su destrucción física total o parcial».
Este fallo de la CIJ se produce después de que el gobierno de Sudáfrica solicitara al tribunal que modificara su orden de enero para que el gobierno israelí tomara precauciones para evitar daños a civiles en medio de sus operaciones militares en curso en la Franja de Gaza.
El gobierno sudafricano había argumentado que las operaciones israelíes en la Franja de Gaza podían constituir actos de genocidio contra el pueblo palestino y había solicitado un alto el fuego en todo el territorio ordenado por la CIJ, que la corte internacional rechazó en su orden de enero.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha descrito Rafah como uno de los últimos bastiones de Hamás, el grupo terrorista palestino que dirigió ataques generalizados dentro de Israel el 7 de octubre de 2023. Netanyahu ha insistido en que es necesario un asalto a gran escala contra la ciudad para lograr su objetivo bélico de eliminar a Hamás.
Sin embargo, la administración del presidente Joe Biden y otros observadores internacionales, han instado en contra de las operaciones expansivas en Rafah sin un plan para proteger a la población civil allí.
Los terroristas de Hamás mataron a unas 1200 personas y secuestraron a más de 250 rehenes durante su ataque a Israel el 7 de octubre de 2023. Esto desencadenó una ofensiva terrestre israelí en Gaza que, según el departamento de salud dirigido por Hamás, ha causado ya más de 36,000 muertos. Esta cifra incluye tanto a combatientes como a civiles.
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