Una funcionaria de alto rango del gobierno de Joe Biden admitió haber mentido al Congreso al afirmar que no poseía acciones individuales.
El 20 de abril, la secretaria de Energía, Jennifer Graholm, nombrada por Biden, dijo al Comité de Energía y Recursos Naturales del Senado que no poseía acciones individuales, sino fondos de inversión.
El 9 de junio, Granholm envió una carta al senador Joe Manchin (D-Va.) en la que afirmaba que había faltado a la verdad durante su comparecencia en el Capitolio.
«Yo me equivoqué al decir al Comité que no poseía ninguna acción individual, cuando debería haber dicho que no poseía ninguna acción conflictiva», escribió Granholm en la misiva, obtenida y revisada por The Epoch Times.
Granholm dijo que se desprendió de los activos que podrían entrar en conflicto con sus funciones como parte de su confirmación como secretaria de Energía, pero que conservó acciones que los funcionarios de ética del gobierno determinaron que no entrarían en conflicto con esas funciones.
Desde entonces ha vendido esas acciones.
«Con el fin de que mis participaciones financieras sean coherentes con mi testimonio, el 18 de mayo de 2023, me deshice de mis participaciones restantes, que consistían en acciones en seis empresas, a pesar de que estos activos se consideraron no conflictivos», dijo Granholm.
Granholm no identificó las empresas. Ella dijo que serían identificadas en su informe anual de divulgación, que se espera que esté disponible a mediados de junio.
El Departamento de Energía y Manchin, presidente del comité de energía, no respondieron a las solicitudes de comentarios.
«La secretaria Granholm mintió al comité sobre las acciones de su familia», declaró a The Epoch Times el senador John Barrasso (R-Wyo.), principal miembro republicano del comité.
«Esto se produce después de su incumplimiento de las normas básicas de ética y divulgación. Es una pauta preocupante. Es inaceptable», añadióel senador.
Granholm reconoció previamente al senado que violó las normas de divulgación de acciones al enumerar las ventas de acciones en 2022, meses más tarde de lo requerido. También violó la Ley Hatch cuando ella apoyó a los demócratas en una comparecencia oficial.
Granholm no parecía estar bajo juramento cuando hizo la declaración falsa ante el panel en abril, según las imágenes de vídeo de la audiencia. La mayoría de los testigos que declaran ante el Senado no prestan juramento.
Una ley federal prohíbe hacer declaraciones falsas bajo juramento que no se crean ciertas. Otra ley prohíbe hacer «a sabiendas y voluntariamente» declaraciones falsas «en cualquier asunto que sea competencia de los poderes ejecutivo, legislativo o judicial del Gobierno».
Otra ley prohíbe hacer «a sabiendas y voluntariamente» declaraciones falsas «en cualquier asunto que sea competencia del poder ejecutivo, legislativo o judicial del Gobierno de Estados Unidos». La infracción de cualquiera de ellas puede acarrear hasta cinco años de prisión.
El Departamento de Justicia estadounidense rara vez inicia causas contra funcionarios que mienten, independientemente de que lo hagan bajo juramento.
El expresidente Donald Trump se convirtió esta semana en una de las raras excepciones al ser acusado de hacer declaraciones falsas y otros delitos.
El Departamento de Justicia y la Casa Blanca no respondieron a las solicitudes de comentarios.
«Granholm me mintió el 20 de abril y la administración tardó 6 semanas completas en admitirlo. Descarado», escribió en Twitter el senador republicano Josh Hawley, quien interrogó a Granholm cuando hizo la declaración falsa. «Es hora de PROHIBIR a todos los funcionarios de alto rango del poder ejecutivo y a todos los miembros del Congreso poseer y comerciar con acciones».
Granholm también reveló en la nueva carta que las acciones de Ford que su marido y ella tenían en cuentas de jubilación fueron vendidas el 22 de marzo de 2021, durante el proceso de confirmación, y que ella «creía que la desinversión de Ford estaba completa».
Luego dijo que se enteró en mayo de 2023 de que su marido, Daniel Mulhern, seguía teniendo acciones de Ford en una cuenta separada.
Esas acciones se vendieron por 2457,89 dólares el 15 de mayo.
«Como no tenía conocimiento de ese activo, no informé del interés financiero de mi esposo en mis dos informes anteriores de divulgación financiera pública, ni se incluyó en el resto de la documentación relacionada con mi candidatura», escribió Granholm.
«Como funcionaria pública, yo me tomo muy en serio el compromiso de atenerme a las normas éticas más estrictas, y lamento la omisión accidental del interés de mi cónyuge en Ford. Este es un compromiso que yo asumí con usted, el Presidente y, lo que es más importante, con el pueblo estadounidense. Mi cónyuge y yo hemos comprobado dos veces nuestros activos financieros, y no hay otros activos declarables que se hayan omitido en mi informe de divulgación financiera».
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