La oficina del Inspector General del Departamento de Justicia no procesará a un fiscal adjunto de Estados Unidos que incurrió en una conducta sexual inapropiada con un civil en una cita.
La oficina dijo (pdf) el lunes que una investigación había determinado que el fiscal adjunto anónimo se expuso en un lugar público y luego «agredió sexualmente a un civil mientras estaba en una cita», lo que señaló fue «una violación de la ley estatal y de las normas federales que rigen la conducta fuera de servicio».
Tras una investigación, la oficina del inspector general también determinó que el fiscal adjunto «no fue sincero al hablar» del incidente con los investigadores.
«Se rechazó el enjuiciamiento penal del [fiscal adjunto]», dice el informe. El nombre del fiscal adjunto no fue revelado, y no está claro si la persona sigue trabajando como fiscal adjunto.
La Oficina del Inspector General añadió que envió su informe a la Oficina Ejecutiva para los Fiscales de Estados Unidos y a la Oficina de Responsabilidad Profesional del DOJ. Los fiscales adjuntos trabajan para las distintas fiscalías de Estados Unidos, que persiguen delitos federales, en todo el país.
«A menos que se indique lo contrario, la [Oficina del Inspector General] aplica el criterio de la preponderancia de las pruebas para determinar si el personal del Departamento de Justicia ha cometido una conducta indebida», declaró la Oficina del Inspector General.
Otro incidente
También el lunes, el inspector general del Departamento de Justicia publicó otro informe en el que afirmaba que un fiscal adjunto no identificado, o AUSA, abusó de su posición tras ser detenido por la policía en estado de ebriedad.
«La investigación de la OIG descubrió que el AUSA había incurrido en abuso de posición al referirse al título de AUSA en un intento de influir en los oficiales de policía locales durante una parada de tráfico», decía el informe (pdf). «La investigación de la OIG también descubrió que el AUSA incurrió en una conducta perjudicial para el gobierno, como ignorar las instrucciones, insultar a los oficiales y dar una patada a la puerta de la patrulla, lo que supone una violación de las normas éticas federales».
Una investigación también descubrió que el fiscal adjunto «había estado conduciendo un vehículo personal bajo la influencia del alcohol», añadía el informe.
Tras completar la investigación, la oficina entregó su informe a la Oficina de Responsabilidad Profesional «para que tomara las medidas oportunas», según el informe.
En las últimas semanas, tanto el Departamento de Justicia como el FBI han sido objeto de críticas tras la redada del 8 de agosto dirigida a la residencia del expresidente Donald Trump. El equipo de Trump y los republicanos dicen que la redada tuvo una motivación política y fue diseñada para perjudicar las aspiraciones presidenciales de Trump en 2024.
Actualmente, el Departamento de Justicia y los abogados de Trump están inmersos en una batalla legal sobre si se debe nombrar un perito especial para revisar los documentos incautados durante la redada del FBI. El equipo de Trump instó el lunes a un juez de Florida a bloquear una solicitud del DOJ para seguir revisando los documentos.
The Epoch Times se ha puesto en contacto con la Oficina de Asuntos Públicos del DOJ para obtener comentarios.
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