Funcionarios del gobierno de Donald Trump dijeron el 21 de agosto en el Congreso que las sanciones de Washington sobre Rusia están teniendo un impacto significativo en el Kremlin y en la oligarquía que lo sostiene, y amenazaron con acciones más punitivas si Moscú se niega a cambiar de rumbo.
La Casa Blanca ha estado apuntando a Rusia por una amplia gama de actividades maliciosas en todo el mundo, incluida la ocupación de Crimea, la habilitación del régimen de Assad en Siria y la desestabilización de democracias occidentales.
Altos funcionarios explicaron ante el Comité de Relaciones Exteriores del Senado, cómo las sanciones a los oligarcas rusos han diezmado sus patrimonios, paralizado sus empresas y los ha expulsado de la comunidad internacional.
«A pesar que las actividades malignas de Rusia continúan, creemos que su temeridad política sin duda ha tomado en cuenta el conocimiento de que podemos traer mucho más dolor económico usando nuestra poderosa gama de autoridades, y que no dudaremos en hacerlo si su conducta no cambia de manera demostrable y significativa», dijo el subsecretario interino del Tesoro, Sigal Mandelker, frente a los legisladores.
A diferencia de Corea del Norte e Irán, que están sujetos a amplias sanciones de Estados Unidos, Rusia tiene una economía fuertemente integrada con el sistema financiero mundial y con los aliados de Estados Unidos en Europa. Como resultado, el Departamento del Tesoro ha tenido que emitir sanciones quirúrgicas que maximizaran la presión sobre el Kremlin «a la vez que se minimizan los efectos colaterales sobre Estados Unidos, nuestros aliados europeos y la economía mundial», dijo el subsecretario Marshall Billingslea.
Desde que el presidente Donald Trump asumió el cargo, su Administración ha sancionado a 217 personas y entidades rusas. La Oficina del Tesoro para el Control de Activos Extranjeros (OFAC) emitió sanciones de bloqueo a 14 bancos rusos y 124 instituciones financieras rusas.
Los miembros del Congreso, donde ambas cámaras están controladas por republicanos como Trump, pidieron más acciones –incluidas sanciones amenazantes «del infierno»– para castigar a Rusia por sus actividades malignas, incluidos presuntos ciberataques que intentaron influir en las elecciones estadounidenses.
«El Tesoro ha convertido la lucha contra la agresión rusa en una prioridad máxima, y en consecuencia, nuestras acciones hasta la fecha han dado como resultado un nivel de presión financiera sin precedentes contra quienes trabajan en nombre del Kremlin y en sectores claves de la economía rusa afectados por las sanciones de EE. UU.”, dijo el secretario Marshall Billingslea a los legisladores. «El Tesoro continuará haciendo su parte para imponer costos en respuesta a la actividad maligna rusa, aprovechando todas las herramientas y autoridad que tenemos».
Los rusos Oleg Deripaska y Viktor Vekselberg fueron mencionados por dos funcionarios del Departamento del Tesoro como ejemplos del impacto que las sanciones están teniendo en la oligarquía de Moscú. Desde que fue sancionado, el valor neto de Deripaska se redujo en un 50 por ciento, mientras que las acciones de su fondo de inversión, EN+, se desplomaron de USD 12,20 a USD 5,40 en la Bolsa de Londres. El valor neto de Vekselberg se redujo en más de USD 3000 millones, mientras que los gobiernos extranjeros incautaron sus activos en el exterior.
«Nuestras acciones están teniendo un impacto. La investigación de la Oficina del Economista en Jefe del Departamento de Estado muestra que, en promedio, los ingresos operativos de las firmas rusas sancionadas caen en una cuarta parte; su valoración total de activos se reduce a la mitad; y se ven obligados a despedir a un tercio de sus empleados», dijo A. Wess Mitchell, secretario de Estado adjunto para asuntos europeos y euroasiáticos.
El 21 de agosto, en una acción separada, el Departamento del Tesoro impuso nuevas sanciones a dos rusos, una empresa rusa y una firma eslovaca por acciones que, según dijo, ayudaron a otra empresa rusa a evitar sanciones por actividades relacionadas con el ciberespacio. Estados Unidos también anunció sanciones a los cargamentos rusos por la transferencia de productos de petróleo refinados a Corea del Norte en violación a las restricciones de la ONU.
El viceministro ruso de Relaciones Exteriores, Sergei Ryabkov, dijo el 21 de agosto que las nuevas sanciones estadounidenses carecían de fundamento y prometió una respuesta de Moscú.
En una declaración publicada en la página web del Ministerio, también dijo que las sanciones se introdujeron bajo un «engaño».
Reuters contribuyó a este reporte.
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