Una delegación estadounidense llegó este martes a Ecuador, con el objetivo de brindar apoyo en temas de seguridad, tras la reciente escalada de violencia que ha vivido el país.
La comandante del Comando Sur de los Estados Unidos, Laura Richarson, acompañada del enviado especial para las Américas, Christopher Dodd, y un grupo de funcionarios estadounidenses especialistas en antinarcóticos arribaron a la capital para mantener reuniones con sus contrapartes ecuatorianas para acelerar la cooperación bilateral en materia de seguridad.
Tras su llegada, la delegación se reunió con el presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, ministros de Estado y altos mandos del Ejército Militar y la Policía Nacional para coordinar y concertar estrategias.
Durante la reunión los delegados de EE.UU. se comprometieron en entregar esta semana 20,000 chalecos antibalas y equipos críticos de seguridad y respuesta a emergencias avaluados en más de un millón de dólares. Los delegados también ofrecieron el apoyo continuo de personal con alta experiencia del FBI a la Policía Nacional y la Fiscalía General de Ecuador.
«Además, el Departamento de Seguridad Nacional enviará personal para apoyar la capacitación continua de la Policía y los fiscales; ofrecer apoyo adicional en análisis forense digital y otros análisis críticos para atacar a miembros de pandillas, redes de narcotráfico y funcionarios corruptos; y proporcionar capacitación clave y asistencia técnica con respecto a la protección de los funcionarios del gobierno», dice un comunicado de prensa de la Casa Blanca.
La canciller de Ecuador, Gabriela Sommerfeld, consideró muy positivo el encuentro, que se cerró con la firma de un acuerdo de cooperación entre los dos gobiernos, y que hace parte de la gestión del presidente en la lucha contra el crimen organizado y el terrorismo.
«La presencia de estas altas autoridades en el Ecuador es una señal política potente y concreta de respaldo de Estados Unidos a la gestión del presidente Daniel Noboa en el conflicto armado no internacional, contra el terrorismo, el narcotráfico y el crimen organizado transnacional», aseguró la canciller.
Durante los últimos días, las autoridades de Ecuador han detenido a más de 3200 personas, después de que el presidente Noboa declaró el 9 de enero un «conflicto armado interno» en el país tras una ola de violencia que surgió luego de la desaparición de la prisión del narcotraficante conocido como «fito», el 7 de enero, cuando las autoridades se disponían a trasladarlo a una cárcel de máxima seguridad.
A pesar del trabajo conjunto de militares y policías por mantener la seguridad en el país, el presidente ha asegurado que los esfuerzos aún «no son suficientes», y ante el asesinato del Fiscal César Suárez, el mandatario ecuatoriano pidió ayuda a los Estados Unidos.
La delegación estadounidense se reunirá mañana con otros altos funcionarios del gobierno ecuatoriano para avanzar en los acuerdos.
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