Un juez federal de Estados Unidos recibió una petición para prohíbir a la Ciudad de Nueva York y a la Junta Electoral de la Ciudad de Nueva York registrar a los no ciudadanos como votantes y luego contar sus votos.
La Fundación Legal de Interés Público (PILF) presentó el 29 de agosto una demanda alegando que la Ley Local 11, aprobada por el concejo municipal el 9 de diciembre de 2021, viola los derechos civiles de cuatro ciudadanos estadounidenses registrados para votar en la metrópolis.
La fundación PILF es un bufete de abogados de interés público nacional, totalmente dedicado a la integridad electoral.
La Ley Local 11 modificó los estatutos de la ciudad para permitir que los no ciudadanos que son residentes legales permanentes y las personas autorizadas para trabajar en Estados Unidos en la ciudad de Nueva York participen en las elecciones municipales.
La legilatura establece en parte que “los votantes municipales elegibles tendrán derecho a votar en las elecciones municipales y tendrán los mismos derechos y privilegios que los votantes ciudadanos estadounidenses con respecto a las elecciones municipales”.
Los demandantes solicitaron al Tribunal de Distrito de Estados Unidos para el Distrito Este de Nueva York que declare que la Ley Local 11 viola las prohibiciones por fines discriminatorios contenidas en la Decimoquinta Enmienda de la Constitución de Estados Unidos y la Sección 2 de la Ley de Derechos Electorales de 1965.
La demanda también pidió al tribunal que determine que la Ley Local 11 fue adoptada con una intención racial inadmisible, en violación de la Constitución de Estados Unidos y la ley federal.
La demanda alega que como resultado de la acción legal de la ciudad, el peso de los votos de los cuatro demandantes, todos ciudadanos estadounidenses, se verá disminuido, causándoles un perjuicio continuo.
Los abogados de los demandantes presentaron datos demográficos recientes para ilustrar la situación.
La ciudad de Nueva York tiene alrededor de 5 millones de votantes registrados, según la demanda.
Un millón de adultos no ciudadanos viven en la ciudad de Nueva York.
Los defensores de la Ley Local 11 estiman que los votantes extranjeros recién elegibles ascienden a unos 900,000, una cifra que, según la denuncia, “podría alterar enormemente las elecciones municipales”.
Los abogados de los demandantes señalaron que 900,000 votantes no ciudadanos potenciales representan entre el 15 y el 20 por ciento del electorado total, un porcentaje mayor que el margen de victoria en muchas elecciones municipales.
Según los datos de la Encuesta sobre la Comunidad Estadounidense, al 28 de agosto, 1.3 millones de ciudadanos extranjeros vivían en los condados de Bronx, Kings, Nueva York y Queens.
De estos ciudadanos extranjeros, 495,000 son hispanos y 348,000 son asiáticos.
Estos números aumentan a diario a medida que llegan autobuses llenos de nuevos inmigrantes ilegales a la ciudad de Nueva York desde la frontera sur de Estados Unidos.
Los demandantes alegaron que los patrocinadores de la Ley Local 11 quieren utilizar ciudadanos extranjeros calificados para alterar la composición racial del electorado de la Ciudad de Nueva York en violación de la Decimoquinta Enmienda.
También afirmaron que el efecto de la Ley Local 11 es transferir proactivamente el poder político a los hispanos y asiáticos y alejarlo de otros grupos raciales.
Los abogados de los demandantes utilizaron las propias palabras de los defensores del proyecto de ley, según consta en las actas del consejo de la ciudad, para demostrar la «intención explícita» de algunos miembros de aumentar la fuerza de voto de un grupo racial y disminuir la fuerza de voto de otros grupos raciales.
Durante las reuniones, varios miembros del consejo no limitaron sus declaraciones al tema del estado de ciudadanía de las personas, sino que emplearon términos raciales como “blanco”, “poder blanco”, “negro”, “hispano” y “gente de color”, en sus discusiones sobre el proyecto de ley propuesto.
El abogado de los demandantes citó un precedente que sostiene que “si la raza desempeñó algún papel en la promulgación de un procedimiento electoral, este procedimiento viola la Decimoquinta Enmienda”.
La denuncia también cita un precedente de que “las acciones tomadas con la intención de producir un impacto desproporcionadamente negativo en un grupo racial violan el estándar de intención de la Decimoquinta Enmienda.
“Dichos propósitos raciales están prohibidos (…) La Ley 11 (logra un) cambio del poder electoral en las elecciones municipales de la ciudad de Nueva York según criterios raciales hacia votantes hispanos y asiáticos (mientras) reduce el poder de otros grupos raciales, incluido (el) de los demandantes”.
La Fundación Legal de Interés Público reiteró que “los extranjeros que votan dañarán la fuerza electoral de los estadounidenses negros en la ciudad de Nueva York y que los patrocinadores sabían esto con anticipación”, según un comunicado de prensa del 29 de agosto.
“Nuestros cuatro demandantes, junto con todos los demás votantes negros de la ciudad de Nueva York están siendo perjudicados y discriminados por la ciudad de Nueva York”, declaró el presidente de PILF, J. Christian Adams, en el comunicado.
El concejal Antonio Reynoso, demócrata, criticó a quienes se oponen a la Ley Local 11. En la reunión del concejo del 9 de diciembre dijo que ellos estaban tratando de “deshacer (…) el fundamento principal de la democracia, que es el derecho al voto, particularmente si usted está pagando impuestos”.
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