WASHINGTON, Estados Unidos – En la tarde del 21 de junio en el Arena Capital One de Washington, el Sr. Li Hongzhi se dirigió a más de 9000 practicantes de Falun Dafa de diferentes partes del mundo, que asistieron a una conferencia de intercambio de experiencias.
El Sr. Li, fundador de Falun Dafa, también conocido como Falun Gong rara vez hace apariciones públicas. Además existe un entorno complicado por la incesante hostilidad del Partido Comunista Chino hacia la práctica espiritual,
Sus seguidores llaman al Sr. Li a menudo como «Shifu», un término de respeto para un gran maestro. Tras su aparición en el escenario, el Sr. Li fue recibido por una ovación de pie que duró varios minutos.
El maestro de Falun Dafa habló durante aproximadamente dos horas, discutiendo los desafíos que enfrentan los practicantes en sus esfuerzos por mejorarse a sí mismos y la necesidad de que los seguidores en China piensen en la seguridad como una prioridad. Después de un espontáneo discurso respondió preguntas de la audiencia.
De todo el mundo
Los organizadores del evento informaron que asistieron más de 9000 personas, provenientes de todo el mundo. Se ofreció traducción simultánea en 10 idiomas. Algunas mujeres coreanas asistieron con atuendos tradicionales y se sentaron cerca de los hombres y mujeres que llegaron elegantemente vestidos de Europa. La diversidad estaba unida por su devoción a Falun Dafa.
Falun Dafa es una antigua práctica de cultivación. En China, estas prácticas espirituales a menudo se transmiten de un maestro a un alumno, de generación en generación. El Sr. Li llevó esta práctica al público en mayo de 1992 en la ciudad de Changchun, en el noreste de China.
La práctica consiste en cultivar el cuerpo, la mente y el espíritu, y los principios fundamentales del Universo que enseña son «Zhen, Shan, Ren». «Zhen» se traduce como Verdad, «Shan» como Compasión, Benevolencia y Bondad, y «Ren» como Tolerancia, Resistencia e Indulgencia.
«Zhuan Falun», el texto principal enseñado por el Sr. Li, se elabora sobre estos principios, presentando a los practicantes un conjunto de enseñanzas morales para la vida. Además el maestro detalla cinco series de ejercicios de movimientos lentos y meditación, cuatro de ellos se realizan de pie y uno sentado.
Los primeros días y la persecución en China
Después de enseñar inicialmente la práctica en Changchun, el Sr. Li viajó por toda China hasta finales de 1994, dando 54 series de conferencias que duraron ocho o diez días cada una.
Las salas tenían como máximo a varios miles de personas, pero el número de practicantes de Falun Dafa rápidamente aumentó mucho más que el de aquellos que asistieron a estos encuentros.
Muchos de los que comenzaron a practicar reportaron importantes mejoras en su salud, niveles de estrés, así como en las relaciones con miembros de la familia y sus colegas, con un sentido más sólido de la vida.
Las noticias de la práctica se transmitieron de boca en boca, de un miembro de la familia a otro, o de un amigo o colega a otro.
Falun Dafa pronto tuvo presencia en todos los rincones de China, atravesando todos los estratos sociales. Personas de todos los orígenes, desde los agricultores más pobres hasta los principales intelectuales y los miembros de las fuerzas de seguridad y unidades militares de la elite del régimen chino, leían «Zhuan Falun» y practicaban los cinco juegos de ejercicios.
Al mismo tiempo, el régimen chino otorgó premios a la práctica por sus contribuciones a la salud de la sociedad.
A principios de 1999, los medios de comunicación occidentales informaban que, según el régimen, entre 70 y 100 millones de chinos practicaban Falun Dafa. Los practicantes afirman que el número en realidad era más de 100 millones, o 1 entre 13 chinos.
El entonces líder supremo del Partido Comunista de China, Jiang Zemin, vio estos acontecimientos con miedo. El 25 de abril de 1999, envió una carta al Politburó en la que abogó por una campaña contra Falun Gong. Temía que las enseñanzas morales tradicionales de la práctica fueran más atractivas para el pueblo chino que la doctrina atea y materialista del Partido.
El 20 de julio, Jiang lanzó una campaña para erradicar la práctica, que significó masivas detenciones, trabajo forzado, lavado de cerebro y tortura. El sitio web Minghui.org, que sirve como centro de intercambio de noticias sobre la persecución en China a practicantes de Falun Dafa, ha podido confirmar las muertes por tortura de 4.226 personas. Sin embargo se cree que el número real es mucho mayor, debido a la dificultad de obtener información demostrable de China.
Además, los practicantes de Falun Dafa son la principal fuente de órganos para la gran industria de trasplantes de China. Esta brutal práctica ha matado a un gran número de ellos.
David Kilgour, un ex fiscal canadiense y exsecretario de estado para Asia-Pacífico por largos años, escribió un informe y dos libros sobre la sustracción forzada de órganos, que tituló como «Genocidio» de Falun Dafa en China.
Compartiendo experiencias
Antes y después del discurso del Sr. Li, los practicantes de Falun Dafa relataron sus experiencias sobre las dificultades y los éxitos que han experimentado en su cultivación.
Benjamin Maloney, de Nueva Jersey, contó en qué circunstancias comenzó a practicar en la universidad y cómo esto cambió su vida. Luego se graduó entre los mejores puntajes de su clase, y rápidamente consiguió un buen trabajo con la compañía Fortune 500.
Entre las experiencias destacó la importancia de mirar hacia el interior si sucede algo negativo en la vida. Al enfrentar un conflicto, primero se debe ver su propio comportamiento para comprender como contribuir en la situación.
Maloney habló sobre las lecciones que había aprendido sobre mirar dentro de sí. Dijo que al hacerlo, pudo dejar de lado cierta arrogancia que había tenido y comenzar a apreciar los corazones de sus compañeros de trabajo, con el resultado de que los proyectos que estaban elaborabando en conjunto, fueran más exitosos.
Chen Yingting de Taiwán habló sobre las lecciones que aprendió al coordinar un proyecto de traducción.
Ella relató que todos los practicantes de Falun Dafa toman como máxima que deben pensar en los demás antes de actuar. Chen señaló que aprendió que un buen coordinador necesita atender las necesidades de los miembros de su equipo, en lugar de ponerse por encima de ellos. «Un coordinador es como una cuerda que conecta a sus colegas, que son como perlas».
Después de aprender esta lección de vida, dijo que su trabajo lo realizó sin problemas.
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