Con el aumento del número de muertos en las principales ciudades de China debido al reciente brote epidémico de COVID, los negocios relacionados con las funerarias, según sus propietarios, carecen de suministros como ropa, ataúdes, coronas, lápidas.
Los habitantes de Beijing están buscando artículos funerarios, como ataúdes y prendas funerarias, en las provincias vecinas, ya que no los encuentran en la capital. Las tiendas de ataúdes de las provincias de Hebei, en el centro del país, y Jiangsu, en el este, han estado trabajando horas extras, pero siguen sin poder satisfacer la creciente demanda de estos productos.
Se agotan los ataúdes en Beijing, dice propietario de una tienda
El 3 de enero, un propietario de una tienda de ataúdes en Beijing, de seudónimo Liu, dijo a la edición china de The Epoch Times que en la ciudad hay escasez de artículos funerarios, incluidos ataúdes y prendas funerarias, debido al repentino aumento de las defunciones que ocurren al mismo tiempo que el régimen suprimiera bruscamente sus medidas de Cero COVID.
Según Liu, todas las tiendas de ataúdes de Beijing agotaron sus productos y están buscando suministros en la vecina provincia de Hebei.
«Los trabajadores han estado haciendo horas extras y ahora están demasiado cansados y ya no pueden aguantar tanta carga de trabajo», afirmó el propietario.
Los ataúdes se están agotando inmediatamente una vez fabricados y ahora, los primeros disponibles están reservados para el 23 de enero, indicó Liu.
Su tienda vende ataúdes de madera, cuyo precio se ha más que duplicado.
«Estos ataúdes de madera costaban cada uno entre 3000 y 5000 yuanes (entre USD 436 y 726) [antes del brote], pero ahora cuestan más de 10,000 yuanes (USD 1453) cada uno», dijo Liu, añadiendo que los precios de la madera también subieron debido a la enorme demanda.
Fabricantes de ataúdes están sobrecargados de reservas
Los fabricantes de ataúdes de las provincias de Hebei y Jiangsu tampoco han podido satisfacer la creciente demanda.
Hay escasez de artículos funerarios, como ataúdes, lápidas, prendas funerarias y coronas, afirmó el 3 de enero el propietario de seudónimo Lin, en declaraciones a la edición en chino de The Epoch Times.
Lin es propietario de una empresa de ataúdes en la ciudad de Xuzhou, provincia de Jiangsu, al oriente de China.
Los pedidos de ataúdes los tiene programados hasta alrededor del 20 de enero. Según Lin, aunque hay muchas empresas de fabricación de ataúdes en la provincia de Jiangsu, su rendimiento no puede satisfacer la creciente demanda.
«Ayer (2 de enero), más de una docena de clientes vinieron a mi casa a pedir ataúdes. No nos quedaban ataúdes, así que tuvimos que dejarlos marchar», añadió el propietario.
Según Lin, la demanda local de ataúdes también es enorme. «El crematorio de Xuzhou incinera entre 200 y 300 cadáveres al día, y sigue habiendo largas colas de espera. Los hornos siguen ardiendo día y noche».
El propietario de una tienda de ataúdes de la ciudad de Baoding, en la provincia de Hebei, dijo que en su ciudad también hay escasez de ataúdes.
«Hay demasiadas muertes estos días. No hay ataúdes disponibles y la madera también se está agotando. Todas las tiendas de ataúdes de la zona se han quedado sin existencias», declaró el 3 de enero a la edición en chino de The Epoch Times el propietario que utiliza el seudónimo de Zhang.
Las prendas funerarias también se han agotado en la provincia de Hebei. «Todo el mundo llama para preguntar si hay prendas funerarias disponibles, pero no queda ninguna en Hebei», dijo Zhang.
Crematorios de Beijing se saturan por cremación ininterrumpida
Liu, propietario de una tienda de ataúdes en Beijing, dijo que está familiarizado, debido a sus conexiones comerciales con los crematorios locales, con la situación real en Beijing, donde los crematorios se saturaron.
Liu dijo que el crematorio de Tongzhou, situado en el suburbio oriental de Beijing, ha establecido un máximo diario de 150 cadáveres para incinerar.
«El crematorio de Tongzhou solía incinerar unos 40 cadáveres al día y ahora incinera más de 100. Hay largas colas [de cadáveres] esperando [para ser incinerados]», dijo Liu, añadiendo que se también se ha convertido en una práctica normal en los crematorios de Beijing incinerar varios cadáveres juntos.
«El crematorio de Dongjiao, en el distrito de Chaoyang, sigue incinerando cadáveres sin parar. Sus hornos colapsaron debido a la gran carga de trabajo. Las familias de los fallecidos empezaron a quejarse porque no podían recuperar las cenizas de sus seres queridos», declaró Liu a The Epoch Times.
Como el tiempo de espera era demasiado largo en Beijing, algunas familias llevaron los cuerpos de los difuntos a las provincias de Hebei y Shandong para cremarlos, pero tuvieron que regresar con los cadáveres porque las funerarias también estaban abarrotadas en las provincias vecinas.
Liu criticó a los medios de comunicación chinos por no informar sobre la escasez.
«Por suerte estamos en invierno. Si esto fuera verano, los cadáveres se descompondrían y apestarían rápidamente. No hay ni un solo medio [en China] que informe sobre esto», dijo Liu enfadado.
Con la contribución de Zhao Fenghua y Hong Ning
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