El gobernador de California, Gavin Newsom, propone una legislación para aumentar las sanciones penales por usos ilícitos y tráfico de xilazina, un tranquilizante animal a menudo mezclado con fentanilo y otras drogas, conocido como la mortal droga callejera “tranq”.
El anuncio del gobernador se produce a raíz de un aumento en las muertes por sobredosis fatales por tranquilizantes observadas en todo Estados Unidos.
“Tranq plantea un desafío único y devastador en nuestra lucha contra la epidemia de sobredosis. Aunque California aún no está experimentando tranq al mismo ritmo que otras partes del país, esta legislación ayudará al estado a mantenerse a la vanguardia y frenar a los distribuidores y traficantes, mientras trabajamos para brindar tratamiento y recursos a quienes luchan contra la adicción y el abuso de sustancias”. dijo Newsom en un comunicado de prensa el 28 de noviembre.
Las muertes relacionadas con la xilazina han aumentado sustancialmente en todas las regiones del país, más que triplicándose de 2020 a 2021, según la Agencia Federal Antidrogas (DEA). Un informe conjunto de inteligencia de la DEA publicado en octubre del año pasado muestra que estas muertes se duplicaron con creces, de 631 a 1281 en los estados del noreste, mientras que aumentaron de cuatro a 34 en el oeste de Estados Unidos.
Los veterinarios utilizan la xilazina, pero no tiene un uso aprobado en humanos. La legislación propuesta designaría a la xilazina como una sustancia controlada, lo que haría que el tráfico ilícito estuviera sujeto a mayores penas penales y al mismo tiempo permitiría el uso veterinario legítimo en animales.
Se sabe que Tranq causa lesiones cutáneas graves en humanos, dejando a los usuarios con heridas abiertas que pueden provocar infección, necrosis e incluso amputaciones.
Jacqui Berlinn, cofundadora de Madres contra la Adicción a las Drogas y las Muertes (MADAD), dijo a The Epoch Times que su hijo Corey, que es adicto al fentanilo y vive en las calles del infame distrito Tenderloin de San Francisco, casi pierde el pulgar por el tranquilizante recientemente.
“Estaba mezclado con fentanilo. Literalmente está añadiendo más veneno al suministro de drogas”, dijo Berlinn en un mensaje de texto. «Estoy agradecida de que el gobernador esté haciendo algo que [puede] ayudar a proteger a mi hijo y a otras personas de llagas e infecciones que pueden provocar la pérdida de extremidades».
Debido a que la xilazina es un tranquilizante, la droga también dejó a su hijo paralizado e “incapaz de moverse” en un clima helado, dijo.
“Gracias a un buen samaritano que llamó a una ambulancia, lo llevaron al hospital y lo trataron por hipotermia”, dijo. “Cuando hace frío, es muy riesgoso conseguir medicamentos que contengan xilazina. Si una persona no puede llegar a un lugar cálido porque no puede moverse, literalmente podría morir congelada”.
El año pasado, Berlinn ayudó a formar otro grupo llamado North America Recovers, una coalición no partidista de más de 20 líderes comunitarios estadounidenses y canadienses, padres de personas sin hogar y adictos en recuperación que buscan acciones federales, estatales y locales que «apoyen la recuperación de la adicción, no habilitación de la adicción”.
Las autoridades creen que se añade tranquilizante a los opioides callejeros ilícitos para intensificar y prolongar los efectos, en particular el fentanilo, conocido por sus efectos breves pero intensos.
La DEA emitió una advertencia en marzo sobre un aumento a nivel nacional del tráfico de fentanilo que contiene xilazina. La agencia informó en ese momento que se había encontrado tranquilizante en casi todos los estados. El año pasado, el 23 por ciento del fentanilo en polvo contenía xilazina, mientras que el 7 por ciento de las pastillas de fentanilo contenían el tranquilizante.
La xilazina se encuentra con mayor frecuencia en combinaciones con dos o más sustancias, como fentanilo, cocaína, heroína y una variedad de otras drogas. Tranq también se utiliza solo, «aunque esto se informa con menos frecuencia», según el informe.
La investigación sobre los efectos de la xilacina en el cuerpo humano es limitada, pero informes anecdóticos indican que los usuarios experimentan efectos similares a los de los opioides. Según la DEA, la xilazina puede provocar depresión del sistema nervioso central junto con otros efectos adversos informados en revistas científicas y médicas.
Los casos de xilazina en combinaciones de drogas ilícitas y su detección en sobredosis fatales podrían estar más extendidos de lo informado porque “varias jurisdicciones en todo el país pueden no incluir xilazina en pruebas de laboratorio forense o de toxicología”, informó la DEA.
La agencia también advirtió que la naloxona, más comúnmente conocida como NarCan, puede no funcionar para prevenir tales sobredosis.
“Las mezclas de drogas de xilazina y fentanilo colocan a los usuarios en mayor riesgo de sufrir una intoxicación mortal por drogas”, advirtió la DEA. “Debido a que la xilazina no es un opioide, la naloxona (Narcan) no revierte sus efectos. Aún así, los expertos siempre recomiendan administrar naloxona si alguien pudiera estar sufriendo una intoxicación por medicamentos”.
El Departamento de Salud Pública de California ha notificado a los centros y a los médicos sobre la mayor presencia de xilazina en el suministro de drogas ilícitas y qué medidas deben tomar los médicos para mantener seguros a los pacientes.
La Junta de Farmacia del Estado de California y la Junta Médica Veterinaria de California también han emitido una alerta y un recordatorio a los titulares de licencias de que la xilazina está sujeta a leyes relacionadas con medicamentos peligrosos y que los titulares de licencias de la Junta de Farmacia deben mantener registros de dichos medicamentos durante al menos tres años.
La represión contra el tranq es parte del “plan múltiple del estado para abordar la epidemia de opioides y sobredosis”, según la oficina de Newsom.
El año pasado, una expansión de las operaciones apoyadas por la Guardia Nacional de California condujo a un aumento del 594 por ciento en el fentanilo incautado y mil millones de dólares en fondos para abordar la epidemia de drogas del estado y ayudar a quienes luchan contra la adicción, informó la oficina del gobernador.
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