El general de división William T. Cooley, general de la Fuerza Aérea de EE. UU., fue declarado culpable de abuso sexual por un tribunal militar en Ohio el 23 de abril, convirtiéndose en el primer general en ser condenado en los 75 años de historia del brazo militar.
Cooley fue acusado de besar a la fuerza a una víctima mientras estaba en un automóvil después de una barbacoa nocturna en Nuevo México el 12 de agosto de 2018, según un comunicado de la Fuerza Aérea del 23 de abril.
“Este caso demuestra claramente el compromiso de los líderes de la Fuerza Aérea de investigar a fondo los hechos y responsabilizar a los aviadores de cualquier rango por sus acciones cuando no cumplen con los estándares de la Fuerza Aérea», dijo el Coronel Eric Mejía, Juez defensor del personal del Comando de Material de la Fuerza Aérea.
En total, 10 testigos declararon en el juicio, siendo el primero la víctima de Cooley, quien describió la agresión y su impacto como un «tornado F5» que arruina «todo a su paso». El día del incidente, ambos asistieron a un evento social en el que Cooley había consumido alcohol. Le invitó a dar un paseo, durante el cual Cooley se le hizo insinuaciones sexuales a la víctima y la forzó.
Cooley negó las acusaciones y se declaró inocente. La víctima y su cónyuge denunciaron la agresión a la Oficina de Investigaciones Especiales de la Fuerza Aérea en diciembre de 2019.
Cooley fue acusado de agresión sexual según el artículo 120 del Código Uniforme de Justicia Militar con tres especificaciones. Según el Código Uniforme, un acusado tiene derecho a ser juzgado por un juez militar único o por miembros del jurado del tribunal. Cooley eligió la primera opción.
Entre las tres especificaciones, la primera fue que el general besó los labios y la lengua de la víctima «con la intención de satisfacer su deseo sexual». La coronel Christina M. Jiménez, jueza militar superior en el caso, declaró que Cooley era culpable de este delito.
Sin embargo, la jueza desestimó otros dos delitos de tocamiento que se le imputaban al general.
Ryan Guilds, el abogado de la víctima, declaró que se necesita un valor increíble por parte de las víctimas de agresiones sexuales para presentarse y denunciar los abusos, enfrentarse al juicio y someterse al interrogatorio.
“Es muy difícil ser un sobreviviente en un caso penal. Esa es una de las muchas razones por las que se ve que tan pocos de estos casos llegan a la corte marcial», dijo Guilds. «Al final del día, ella quería un proceso que fuera justo… Está increíblemente agradecida con el equipo de la fiscalía que trabajó en este caso». La fase de la sentencia del caso comienza el 25 de abril.
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