La gigante automotriz General Motors anunció que retirará alrededor de 814,366 vehículos, entre los que se incluyen camionetas y automóviles, para arreglar problemas con los componentes del control electrónico de estabilidad, frenos de servicio y el sistema eléctrico.
General Motors publicó este 12 de diciembre a través de la página de la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en Carreteras (NHTSA, por sus siglas en inglés) 2 comunicados sobre el retiro de algunos vehículos para reparar las fallas.
En el primer comunicado se informó que se retirarán ciertos vehículos de modelos 2019. Entre estos se encuentran el Cadillac CT6, la Chevrolet Silverado 1500 y la GMC Sierra 1500. Se estima que 463,995 sean la unidades afectadas.
Los vehículos presentan un error en el software del Módulo de Control Electrónico de Frenos, lo cual es una falta a dos normas del Estándar Federal de Seguridad de Vehículos de Motor (FMVSS, por sus siglas en inglés).
Se trata de la norma 126 del FMVSS «Sistemas electrónicos de control de estabilidad para vehículos ligeros» y 135 «Sistemas de frenos para vehículos ligeros».
«En estos vehículos, un error de software puede, en raras ocasiones, desactivar los sistemas de control electrónico de estabilidad (ESC) y del sistema antibloqueo de frenos (ABS) del vehículo para un solo ciclo de encendido», señala el documento.
Si se produce este error específico, los diagnósticos del vehículo no iluminarán las luces indicadoras del ESC y del ABS del vehículo, por lo que el conductor no se dará cuenta de esta falla y existirá un mayor riesgo de sufrir un choque.
GM notificará a los propietarios y los concesionarios reprogramarán el Módulo de Control Electrónico de Frenos sin costo, señala el documento.
El segundo comunicado que lanzó GM es para ciertas camionetas Chevrolet Silverado 1500 y GMC Sierra 1500 modelos 2019-2020, se calcula que se retiren alrededor de 350,371 unidades.
Los anillos del cable positivo de la batería (B+) pueden haber sido fabricados con un exceso de pegamento, lo que podría causar una conexión eléctrica intermitente entre el cable B+ y el alternador.
De acuerdo con el documento, esta falla podría ocasionar que el vehículo se pare y además provocar un arco eléctrico, que puede generar suficiente calor para dañar el material circundante, aumentando el riesgo de incendio.
En este caso los concesionarios inspeccionarán la presencia de pegamento u otro tipo de contaminación en la conexión del cable B+ al alternador y limpiarán la conexión y volverán a colocar la conexión del cable B+, según sea necesario.
Si el arco eléctrico ha dañado el cable, la tuerca o el alternador, el distribuidor sustituirá los componentes dañados. Todos los servicios se realizarán de forma gratuita.
Para ambas notificaciones se espera que la retirada de productos comience el 27 de enero de 2020.
La NHTSA se encarga de supervisar cada retiro del mercado por motivos de seguridad para asegurarse de que los propietarios reciban soluciones seguras, gratuitas y eficaces de los fabricantes, de acuerdo con la Ley de Seguridad y las regulaciones federales.
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