Al conseguir un tercer mandato sin precedentes, el líder chino Xi Jinping está mostrando al mundo su visión de China: Una más agresiva y en desacuerdo con los valores del mundo libre, según el general de brigada retirado de la Fuerza Aérea, Robert Spalding.
“China va a ser mucho más agresiva, tanto militarmente como con respecto a la política exterior, y creo que esto va a ser un gran desafío para el mundo libre”, dijo Spalding, quien se desempeñó como director senior de planificación estratégica en el Consejo de Seguridad Nacional bajo la administración Trump, a Newsmakers, una coproducción de The Epoch Times y NTD.
Un ejemplo claro de un juego de poder a los ojos de Spalding fue cuando excluyeron, durante el fin de semana, al predecesor inmediato de Xi, Hu Jintao, de la sala de conferencias durante el Congreso Nacional del Pueblo, ya que Xi apiló los puestos clave del liderazgo con sus leales.
Hu, que cumplirá 80 años en diciembre, fue escoltado desde la primera fila, frente a más de 2000 personas presentes, a pesar de su visible consternación. Un miembro del personal en un momento trató de levantarlo de su asiento.
Para Spalding, esa escena evocó recuerdos del viaje de Barack Obama a China en 2016 para la cumbre del Grupo de los 20, donde al expresidente se le negó la típica bienvenida en la alfombra roja y, en cambio, se le obligó a pasar por la parte trasera de su lugar al llegar.
Los funcionarios estadounidenses habían insistido en ese momento en que “era solo logística”, pero tales declaraciones “simplemente contradicen la comprensión de lo que haría el Partido Comunista Chino”, dijo.
“En términos de los guiones que tienen estos eventos, están altamente protocolizados. Están altamente coreografiados, se conocen todos los movimientos”, dijo.
En el caso de Obama, Beijing “quería avergonzarlo”, y en el caso de Hu, al hacer que un asistente lo levantara físicamente y se lo llevara, la demostración de la fuerza política fue inconfundible, dijo Spalding.
“Ese fue el mensaje de que Xi está a cargo y no tolerará desacuerdos con sus políticas”.
Aun así, Spalding ve un lado positivo en la expansión del poder de Xi. “La buena noticia es que en realidad podemos ver muy claramente qué tipo de nación será China”, dijo. “Va a ser totalitaria. No va a estar basada en el mercado”.
Esto podría ayudar a impulsar un cambio en la comunidad empresarial que ha estado presionando con fuerza contra una postura más dura sobre China, según Spalding.
“Ahora, a medida que la comunidad empresarial comprende que ya no se puede ganar dinero en China, tendrá que ir a otro lugar”, lo que significa sociedades libres como Estados Unidos, dijo.
Y Spalding cree que la reconstrucción del poder económico debería ser una prioridad para Estados Unidos.
“Eso es lo que nos va a servir a largo plazo con respecto a esta guerra fría con China”.
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