Análisis de noticias
El globo espía chino que navegó por el espacio aéreo estadounidense y canadiense durante una semana antes de ser derribado podría haber estado realizando tareas de reconocimiento para un posible conflicto con Estados Unidos, aunque los expertos creen que su misión apenas empieza a comprenderse.
Cuando el globo espía entró por primera vez en el espacio aéreo estadounidense sobre las islas Aleutianas de Alaska el 28 de enero, las autoridades estadounidenses creyeron que seguiría una trayectoria hacia el norte sobre zonas poco pobladas.
Dos días más tarde, sin embargo, el globo redujo su velocidad sobre Canadá y cambió bruscamente de rumbo, dirigiéndose hacia el sur en una nueva trayectoria que lo llevaría sobre gran parte del territorio continental de Estados Unidos.
Durante los días siguientes, el globo sobrevoló algunos de los emplazamientos militares más sensibles de Estados Unidos, realizando tareas de vigilancia y, potencialmente, ensayando un futuro ataque.
El gobierno de Biden se ha negado a especificar qué emplazamientos vigiló el globo chino, pero es evidente que viajó cerca de al menos tres emplazamientos vitales para la capacidad nuclear de Estados Unidos.
Se trata de la Base Malmstrom de la Fuerza Aérea en Montana, que supervisa 150 silos de misiles balísticos intercontinentales con capacidad nuclear; la Base Offutt de la Fuerza Aérea en Nebraska, que alberga el Mando Estratégico de EE. UU.; y la Base Whiteman de la Fuerza Aérea en Misuri, que opera el bombardero B-2 de la Fuerza Aérea.
Paul Crespo, presidente de Center for American Defense Studies, dijo que la trayectoria del globo podría sugerir «absolutamente» que la China comunista estaba realizando un ensayo general para un ataque con armas montadas en globos.
En particular, Crespo advirtió que el régimen podría utilizar globos a gran altitud para llevar a cabo ataques de pulso electromagnético (EMP) contra bases e infraestructuras vitales de Estados Unidos.
«Aunque China ha probado misiles hipersónicos lanzados desde globos en el pasado, no es probable que utilice estos dirigibles», dijo Crespo a The Epoch Times en un correo electrónico.
«La mayor amenaza es enviar uno o más de estos globos de gran altitud sobre Estados Unidos con un pequeño dispositivo nuclear EMP».
La amenaza del pulso electromagnético
Los pulsos electromagnéticos son ráfagas de energía electromagnética que interrumpen las comunicaciones y dañan los equipos electrónicos. Un EMP puede ser creado por misiles nucleares, armas de radiofrecuencia y fenómenos naturales como las tormentas geomagnéticas.
Aunque cualquier arma nuclear puede crear un pulso electromagnético, las armas EMP especializadas, como las llamadas bombas super-EMP, generan una radiación gamma especialmente fuerte que multiplica el efecto del pulso, extendiendo la destrucción a un mayor alcance.
Desde hace tiempo se cree que el Partido Comunista Chino (PCCh), que gobierna China como un Estado de partido único, está desarrollando este tipo de armas para un posible conflicto con Estados Unidos.
«Detonadas a una altitud extremadamente elevada, las PEM podrían cortar el suministro eléctrico y las comunicaciones en todo Estados Unidos, causando estragos generalizados durante un año o más sin disparar un solo tiro sobre el terreno», afirma Crespo.
En la mayoría de los casos, una detonación de este tipo tendría que producirse a una altitud superior a la del globo espía chino para causar la destrucción de una vasta franja de territorio.
Sin embargo, si el objetivo del pulso electromagnético fuera derribar un blanco más pequeño, como una instalación de mando y control nuclear, un globo como el derribado el fin de semana sería un dispositivo de lanzamiento casi perfecto.
Crespo, que anteriormente sirvió como oficial de Infantería de Marina en la Agencia de Inteligencia de Defensa, dijo que el globo espía también probablemente proporcionó al PCCh información de inteligencia sin precedentes sobre las instalaciones nucleares de Estados Unidos.
«A pesar de quienes afirman lo contrario, el globo de vigilancia chino de movimiento lento sin precedentes a través de todo EE. UU. proporcionó a China inteligencia que de otro modo no podría obtener sobre objetivos nucleares, de comunicaciones y otros objetivos críticos», dijo Crespo.
Repercusiones políticas
Aunque tal vez no tan aterrador como un ataque electromagnético contra las instalaciones nucleares de Estados Unidos, Crespo dijo que el incidente del globo espía dio al PCCh algo casi tan importante: una victoria propagandística diseñada para socavar la voluntad de Estados Unidos y sus aliados.
«El globo puso a prueba las capacidades y reacciones de vigilancia y contravigilancia de Estados Unidos», dijo Crespo. «Pero, lo que es más importante, puso a prueba la voluntad política, y la disposición de Biden a dejar que cruzara Estados Unidos antes de derribarlo finalmente no superó esa prueba».
«La débil respuesta de Biden dio a China una gran victoria en todos los aspectos».
Crespo no es el único que ha expresado su ira por la aparentemente lenta respuesta del presidente Joe Biden a la violación de la soberanía estadounidense.
«La violación descarada y sin disculpas de la soberanía estadounidense por parte de China la semana pasada demuestra lo poco que el PCCh respeta a la Administración Biden», dijo el representante Tom Tiffany (R-Wisc.) en un correo electrónico al Epoch Times.
«La China comunista es la amenaza número uno para la seguridad nacional y la seguridad económica de Estados Unidos, y es hora de empezar a tratarlos como tal».
Del mismo modo, el presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes, Michael McCaul (R-Texas), afirmó que la Administración Biden nunca debería haber permitido que el globo espía entrara en el espacio aéreo estadounidense.
«La administración debería haberse ocupado de esto antes de que se convirtiera en una amenaza para la seguridad nacional», dijo McCaul a The Epoch Times en un correo electrónico.
«Espero que podamos recuperar los restos para ayudar a determinar qué información de inteligencia recogió el PCCh mientras su globo espía estuvo sobre nuestro país durante días».
Un portavoz de la Comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes dijo que la comisión solicitó sesiones informativas clasificadas y no clasificadas sobre el incidente para informar a los miembros y al personal de por qué se permitió que el globo sobrevolara gran parte de Estados Unidos antes de ser derribado.
A las intensas repercusiones políticas se sumó la aparente intención de la Administración Biden de seguir como si nada con China.
De hecho, la administración Biden decidió inicialmente no revelar la existencia del globo espía a la opinión pública estadounidense, temiendo que el conocimiento de la violación de la soberanía de Estados Unidos desbaratara el viaje que el entonces secretario de Estado Antony Blinken tenía previsto realizar a Beijing.
Sin embargo, los planes de la administración de ocultar el incidente se vieron frustrados cuando las imágenes del globo tomadas por los fotógrafos de Montana Larry Mayer y Chase Doak y publicadas en la Billings Gazette destaparon la historia para que todo el mundo la viera.
«Esto es exactamente para lo que está diseñado el periodismo», dijo Doak en un tuit. «Los estadounidenses tenían derecho a saber que un gobierno extranjero los estaba espiando. Me alegro de haber podido formar parte de sacarlo a la luz».
El representante Mike Rogers (R-Ala.), que preside el Comité de las Fuerzas Armadas de la Cámara de Representantes, dijo que la decisión de la administración de ocultar la existencia del globo era muy preocupante, y se refirió a todo el incidente como un fracaso de la seguridad nacional.
«Sigo profundamente preocupado por la decisión de la Administración Biden de permitir que el globo espía atravesara Estados Unidos», dijo Rogers en una declaración preparada.
«Está claro que la Administración Biden esperaba ocultar este fracaso de seguridad nacional al Congreso y al pueblo estadounidense. Ahora, la Casa Blanca debe dar respuestas sobre por qué decidieron permitir que un globo espía del PCCh atravesara Estados Unidos y qué daños causó esta decisión a nuestra seguridad nacional».
La Casa Blanca y el Departamento de Defensa no devolvieron las solicitudes de comentarios.
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