Aviones militares estadounidenses han interceptado un globo de gran altitud no identificado que sobrevolaba el oeste continental de Estados Unidos, según han reconocido oficiales militares.
Aviones de combate siguen rastreando el globo sobre el oeste de Estados Unidos aunque no parece suponer una amenaza inmediata, según un comunicado del Mando de Defensa Aeroespacial de Norteamérica (NORAD), el mando conjunto de Estados Unidos y Canadá responsable de supervisar el espacio aéreo norteamericano.
«En estrecha coordinación con la Administración Federal de Aviación (FAA), el Mando Norteamericano de Defensa Aeroespacial (NORAD) detectó un pequeño globo a una altitud que oscilaba entre los 43,000 y los 45,000 pies», dice el comunicado compartido con The Epoch Times.
«El globo fue interceptado por cazas del NORAD sobre Utah, que determinaron que no era maniobrable y no representaba una amenaza para la seguridad nacional. El NORAD seguirá rastreando y vigilando el globo. La FAA también determinó que el globo no representaba ningún peligro para la seguridad de vuelo. El NORAD sigue en estrecha coordinación con la FAA para garantizar la seguridad de los vuelos».
El globo y su origen aún no han sido identificados públicamente, aunque parece estar desplazándose hacia el este con la corriente en chorro dada su falta de maniobrabilidad.
El incidente se produce poco más de un año después de un grave incidente diplomático en el que se permitió a un globo espía chino atravesar el territorio continental de Estados Unidos, incluso sobre tres emplazamientos relacionados con el programa nuclear del país, antes de ser finalmente derribado.
Ese globo estaba vinculado a una campaña de espionaje mucho mayor llevada a cabo contra numerosas naciones por el Partido Comunista Chino (PCCh), que gobierna China como un Estado de partido único.
A diferencia del globo que se está rastreando actualmente, el globo espía del PCCh era maniobrable y albergaba una gran variedad de dispositivos electrónicos y fuentes de energía.
El Pentágono admitió más tarde que había una «laguna de conocimiento» que permitió que otros tres globos espía chinos atravesaran territorio estadounidense durante la administración Trump. Tras esa admisión, Estados Unidos actualizó sus protocolos para identificar y rastrear objetos similares en el radar, lo que puede haber contribuido a la detección del globo actualmente rastreado.
Durante el incidente del globo del año pasado, el presidente Biden ordenó a los militares derribar otros tres objetos no identificados, que la administración dijo más tarde que probablemente estaban relacionados con servicios de globos comerciales y no representaban una amenaza inmediata para los Estados Unidos.
El FBI recogió y analizó únicamente los restos del globo espía del PCCh, y finalmente llegó a la conclusión de que el dispositivo no había logrado transmitir datos a China, aunque el globo estaba vinculado a un programa militar del PCCh.
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