El gobernador de Kentucky, Andy Beshear, anunció este martes que se investigará la muerte de ocho personas que fallecieron en una fábrica de velas cuando se produjo un tornado el fin de semana.
Al menos ocho personas murieron tras el paso del tornado por la fábrica Mayfield Consumer Products, informó la empresa el domingo.
La fábrica de velas quedó reducida a escombros en medio de las condiciones meteorológicas extremas que azotaron varios estados del Medio Oeste y del Sur el viernes por la noche. Mayfield, una ciudad de unos 10,000 habitantes en el oeste del estado, fue una de las más afectadas.
Esta devastación fue «algo que no he visto en mi vida», describió Beshear en una rueda de prensa celebrada el martes, añadiendo que la División de Cumplimiento de Seguridad y Salud Ocupacional de Kentucky, una agencia estatal de seguridad en el trabajo, llevará a cabo una revisión de las muertes durante un mes.
«Esto no debería sugerir que haya habido alguna mala acción, sino que debería dar confianza a la gente de que llegaremos al fondo de lo ocurrido», dijo el gobernador a los periodistas.
Algunos informes indican que al menos cinco trabajadores de la fábrica en Mayfield fueron informados por los supervisores de que serían despedidos si dejaban el trabajo antes de que terminaran sus turnos, informó NBC News.
«Si usted se va, es más que probable que le despidan», dijo que escuchó McKayla Emery, de 21 años, de la voz de los supervisores después que los empleados escucharon el sonido de las las sirenas del tornado alrededor de las 17.30 horas del viernes y pidieran irse a casa.
«Pedí irme y me dijeron que me despedirían», dijo Elijah Johnson, de 20 años, al medio de prensa. «Incluso con el tiempo que hace, ¿me van a despedir?», añadió que preguntó.
Haley Conder, de 29 años, otra trabajadora de la fábrica, dijo a NBC News que los jefes de equipo citaron razones de seguridad para impedir que nadie saliera y pidieron a los trabajadores que permanecieran en los pasillos y en los baños. Luego todos fueron enviados de vuelta al trabajo cuando los supervisores pensaron que el tornado ya no era una amenaza.
«‘Ustedes no pueden irse. No pueden irse. Tienen que quedarse aquí'», dijo que escuchó Conder que le dijeron los supervisores. «La situación estaba mal. Todo el mundo estaba incómodo».
Mark Saxton, de 37 años, operador de carretillas elevadoras, dijo al medio que a los empleados nunca se les ofreció la opción de irse a casa.
«Esa es la cuestión. Deberíamos haber podido irnos», dijo. «Llegó el primer aviso y nos hicieron salir al pasillo. Después del aviso, nos hicieron volver al trabajo. Nunca nos ofrecieron irnos a casa».
The Epoch Times se ha puesto en contacto con Mayfield Consumer Products para pedir comentarios.
Un portavoz de la empresa negó las acusaciones en una declaración a NBC News.
«Es absolutamente falso», dijo el portavoz Bob Ferguson. «Tenemos una política en vigor desde que comenzó el COVID. Los empleados pueden irse cuando quieran y pueden volver al día siguiente».
Ferguson también dijo que los supervisores siguieron las directrices establecidas por la Agencia Federal de Gestión de Emergencias y la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional.
«Esos protocolos están en vigor y se cumplieron», dijo Ferguson.
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