Tras asumir el cargo y jurar como gobernadora de Arkansas, Sarah Huckabee Sanders, firmó una orden ejecutiva que prohíbe el adoctrinamiento y la teoría crítica de la raza en el estado.
Las escuelas deben «educar, no adoctrinar» a los estudiantes, y las normas educativas del estado tienen que «proteger a los niños y prepararlos para entrar en la fuerza de trabajo», dice la orden ejecutiva obtenida por el Daily Caller.
La teoría crítica de la raza (CRT) enseña, de forma controvertida, que Estados Unidos es fundamentalmente racista, promueve el color de la piel como característica principal de una persona y atribuye faltas morales a los individuos —generalmente blancos— basándose únicamente en su color de piel.
La CRT ha sido una ideología controvertida que ha encontrado la resistencia de padres y comunidades de todo Estados Unidos, los que argumentan que enseña una definición distorsionada de lo que tradicionalmente ha significado el racismo.
La orden ejecutiva de Sanders, firmada el 10 de enero, declara la CRT «antiética a los valores tradicionales estadounidenses de neutralidad, igualdad y equidad».
«Es una norma de esta administración que el CRT, la discriminación y el adoctrinamiento no tengan cabida en las aulas de Arkansas», se lee en la orden ejecutiva.
«Adoctrinamiento prohibido»
La orden ejecutiva ordena al secretario de educación de Arkansas que se asegure de que el «adoctrinamiento prohibido» no sea comunicado a los estudiantes por ningún empleado de la escuela pública, representante de la escuela pública o algún orador invitado.
El CRT se considera un adoctrinamiento prohibido porque anima a los estudiantes a adoptar, afirmar y profesar ideas de que los blancos son inherentemente racistas, en violación de la Ley de Derechos Civiles.
«Este adoctrinamiento prohibido incluiría cualquier cosa que enseñe que las personas de un color, credo, raza, etnia, sexo, edad, estado civil, estado familiar, discapacidad, religión, origen nacional o cualquier otra característica protegida por la ley federal o estatal son inherentemente superiores o inferiores a las personas de otro color, credo, raza, etnia, sexo, edad, estado civil, estado familiar, discapacidad, religión, origen nacional o cualquier otra característica protegida por la ley federal o estatal», afirma la orden.
La orden prohíbe que se exija a los empleados o alumnos de las escuelas que asistan a sesiones de formación u orientación sobre adoctrinamiento prohibido o CRT.
Transparencia curricular
Al firmar la orden ejecutiva como uno de sus primeros actos como gobernadora, Sara Sanders adoptó la postura de que las políticas educativas del gobierno deben potenciar los derechos de los padres y fomentar la transparencia curricular en todo el estado.
La orden ordena al secretario del departamento de educación del estado que revise las normas, políticas, materiales y comunicaciones del departamento para garantizar que cumplan el Título IV y el Título VI de la Ley de Derechos Civiles de 1964.
El Título VI de la Ley de Derechos Civiles establece que «ninguna persona en Estados Unidos podrá ser excluida de participar en ningún programa o actividad que reciba ayuda financiera federal, ni se le denegarán los beneficios de los mismos, ni será objeto de discriminación por motivos de raza, color u origen nacional».
La Constitución del estado de Arkansas y la Constitución de EE. UU. establecen la igualdad de protección ante la ley, independientemente del color, credo, raza, etnia, sexo, edad, estado civil, estado familiar, discapacidad, religión y origen nacional.
La orden ejecutiva de Sanders ordena al secretario de educación del estado que investigue el departamento en busca de cualquier «elemento» que promueva ideologías como la teoría crítica de la raza (CRT), la que anima a propósito a los estudiantes a discriminar por motivos de raza y otros atributos protegidos.
Cualquier «elemento» que adoctrine a los estudiantes con ideologías como la CRT, como normas, reglamentos, políticas, materiales o comunicaciones, debe ser cambiado o anulado, según la orden.
Sanders señala un «punto de inflexión»
Sanders juró su cargo ante la Cámara Baja de la Legislatura estatal antes de una sesión conjunta y fue investida formalmente en la escalinata del Capitolio estatal el martes por la tarde.
Hablando durante unos 15 minutos al asumir el mando, dijo que su ascenso a la oficina marca un «punto de inflexión en la historia de Arkansas» que marcaría el comienzo de una nueva era de «buenos empleos, grandes escuelas, calles más seguras y familias más fuertes».
«El pueblo de Arkansas, en su vasta sabiduría, ha confiado a una nueva generación el liderazgo. Este es nuestro momento. Esta es nuestra oportunidad», dijo la gobernadora.
Sanders, cuyo padre Mike Huckabee fue gobernador de Arkansas de 1996 a 2007, es la primera mujer que ocupa el cargo de gobernadora estatal. Su elección marca la primera vez que un padre y una hija han sido elegidos para el cargo.
Durante su campaña, la candidata, quien se desempeñó durante casi dos años como secretaria de prensa de la Casa Blanca bajo el expresidente Donald Trump, se centró principalmente en cuestiones nacionales. Ella frecuentemente prometió que usaría la oficina para luchar contra las políticas del presidente Joe Biden y la “izquierda radical”.
Sanders sucedió al actual gobernador de Arkansas, Asa Hutchinson, un republicano, quien dejó el cargo porque tiene un mandato limitado que le impide optar a la reelección por tercera vez. Hutchinson y Trump respaldaron la postulación de Sara Sanders.
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