El gobernador de Texas, Greg Abbott, dijo que no cumplirá con la petición de una agencia federal sobre restaurar la Isla Frontón a las «condiciones previas a una construcción» que hizo el estado al tomar medidas para asegurar la isla de los cárteles.
La Comisión Internacional de Límites y Aguas (USIBWC) pidió que se retiraran «las obstrucciones instaladas, como la valla de alambre de concertina» para «restablecer la capacidad anterior de flujo de agua hacia el canal existente al norte de la isla».
La isla, situada en el Río Grande, entre Estados Unidos y México, ha servido como punto neurálgico para traficantes de personas y cárteles criminales, según un comunicado de prensa de 2023, de la Oficina General de Tierras de Texas (GLO).
El Sr. Abbott envió la carta del 10 de septiembre al presidente Biden y a la vicepresidenta Harris, negándose a cumplir, diciendo que no «cedería tierras estatales a los cárteles criminales transnacionales que trafican con personas, armas y drogas».
El gobernador afirmó que los cárteles llevaban años rondando a sus anchas entre la espesa vegetación y las estructuras de la isla, que utilizan «para escenificar entradas ilegales, vigilar a las fuerzas del orden estatales y federales, esconder armas, colocar explosivos, eludir la detención y participar en una guerra abierta contra cárteles rivales y contra funcionarios estatales y federales».
También determinó que Texas «no podía ignorar una invasión en curso de su territorio soberano», y ordenó al Departamento Militar de Texas que entrara en la isla de Frontón para protegerla de los cárteles.
Las fuerzas del cártel continuaron operando en la densa maleza, dijo Abbott, por lo que ordenó al Departamento Militar de Texas despejar la densa vegetación y las estructuras aparentemente construidas por los cárteles, y desplegar vallas de alambre de púas como elemento disuasorio contra la entrada «para obtener el control operativo» de la isla, según la carta.
Estos esfuerzos hicieron «virtualmente imposible que los miembros de los cárteles utilizaran el espacio para evadir la aplicación de la ley» como lo habían hecho durante décadas, según Abbott.
En abril de 2024, la Comisión Internacional de Límites y Aguas ordenó a la Oficina General de Tierras de Texas devolver la Isla Frontón a su estado anterior, sugiriendo que las alteraciones podrían alterar el flujo del Río Grande, en violación de un Tratado de 1970.
Dicho tratado resolvía las diferencias fronterizas pendientes entre México y Estados Unidos y mantenía el Río Grande y el Río Colorado como límite internacional entre ambas naciones.
Puentes frente a pasos de tierra
Según una carta separada enviada a la Oficina General de Tierras de Texas (GLO) por la Comisión Internacional de Límites y Aguas, en abril de 2023, cualquier construcción aprobada por la comisión internacional a lo largo de la llanura de inundación del Río Grande «no debe obstruir los flujos normales del río o los flujos de inundación que causarían áreas adicionales de inundación o desviarían los flujos, lo que podría cambiar la alineación de la frontera internacional y podrían causar la pérdida de territorio en cualquiera de los dos países».
La comisión declaró que «los puentes de tierra construidos y la cerca concertina instalada» bloquean «la porción de flujo que normalmente ocurriría» en el pequeño canal del río a lo largo de su ribera norte durante eventos de inundación normales y de diseño, lo que podría «potencialmente causar la desviación del flujo del río hacia México».
En respuesta, Abbott dijo en su misiva del 10 de septiembre, que «la carta de su Administración revela un malentendido básico de los hechos sobre el terreno, y sus afirmaciones no están respaldadas ni por la ciencia ni por el sentido común. En primer lugar, los llamados «puentes» no eran más que pasos de tierra, dos de los cuales ya fueron retirados por el TMD, y un tercero, se le colocó una alcantarilla para que el agua fluyera libremente».
«A pesar de especular (sin explicación) que el alambre de espino podría desviar el agua, la carta de la Comisión Internacional de Límites y Aguas (USIBWC) no reconoce en ninguna parte como esa barrera ya ha disuadido el repetido tráfico ilegal a pie, el contrabando de drogas y personas, y otras actividades delictivas transnacionales, como la detonación de explosivos, que podrían afectar más probablemente a los flujos de agua».
La USIBWC también sugirió que funcionarios de Texas invadieron terrenos federales en el proceso de facilitar los esfuerzos de limpieza y seguridad en la isla, según la carta de Abbott.
Abbott dijo que la isla Fronton es tierra propiedad del estado y Texas tiene la autoridad soberana constitucional para «defender su propiedad y su gente en ausencia deliberada del gobierno federal».
«Lejos de emprender actividades de construcción en la isla Fronton», Texas «despejó las obstrucciones existentes —incluyendo muchas colocadas por los cárteles criminales que operan allí con impunidad», dijo el gobernador.
«Como mínimo, los esfuerzos de Texas en la isla Frontón suponen una amenaza menor para el caudal del río que las actividades anteriores de los cárteles», concluyó Abbott.
The Epoch Times se ha puesto en contacto con la División de Estados Unidos de la Comisión Internacional de Límites y Aguas y con la Casa Blanca para recibir sus comentarios.
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