El gobernador de Arizona, Doug Ducey, promulgó el viernes una ley que impide a los gobiernos locales enseñar la teoría crítica de la raza (CRT), una ideología casi marxista que está en el centro de una pugna cultural entre los padres y los distritos escolares de todo el país.
La medida, conocida como Proyecto de Ley 2906 de la Cámara de Representantes de Arizona, prohibirá «al estado y a cualquier gobierno local que exija a sus empleados una orientación, formación o terapia que sugiera que un empleado es inherentemente racista, sexista u opresivo, ya sea consciente o inconscientemente», dijo la oficina de Ducey en un comunicado.
El proyecto de ley fue aprobado en la Cámara 31-25, mientras que el Senado lo aprobó en una votación 16-12, según los registros en línea.
Ducey promulgó otra ley relacionada la semana pasada que pretende prohibir la enseñanza de la teoría crítica de la raza en las escuelas. La ley dice que las escuelas no pueden enseñar que una raza o grupo étnico es superior a otro y no pueden afirmar que una persona es racista por su raza.
Mientras que algunos opositores al intento de acabar con la teoría crítica de la raza dicen que no es marxista, otros han señalado que es una extensión de la anterior teoría crítica, que era originalmente una escuela europea de pensamiento marxista.
Según el sitio web Criticalrace.org de Legal Insurrection Foundation, la teoría crítica de la raza se diferencia del movimiento por los derechos civiles porque sus defensores «desafían los fundamentos mismos del orden liberal, como el racionalismo, el derecho constitucional y el razonamiento jurídico».
«Los defensores de la teoría crítica de la raza sostienen que la vida social, las estructuras políticas y los sistemas económicos estadounidenses se basan en la raza, que (en su opinión) es una construcción social», dice el sitio, señalando que la TCR se asocia a menudo con el llamado movimiento «antirracista». «El racismo sistémico, a los ojos de los defensores de la teoría crítica de la raza, se deriva de la dominación de la raza en la vida estadounidense», afirma y añade que estos ideólogos creen que tales sistemas deben ser desmantelados.
Otros críticos, por su parte, han descrito la teoría crítica de la raza como una mera aplicación de la «lucha de clases» marxista a los aspectos raciales, en la que los defensores de la teoría denigran a los blancos como opresores y a la cultura occidental como opresora.
En un caso en el condado de Loudon, Virginia, en medio de una protesta de los padres contra el plan de estudios de TCR de la escuela, un padre dijo que «en realidad aumenta las tensiones raciales en lugar de unir a la gente y tratar a todos por igual y de tratar a la gente de la manera en que ellos mismos deberían ser tratados».
A principios de este año, un comité asesor del consejo escolar de Loudon recomendó despedir a los profesores que se opusieran a la formación obligatoria de «equidad» basada en la teoría crítica de la raza. Los defensores «antirracistas» comenzaron entonces a hacer supuestamente listas de padres que se oponían a los programas.
Pero los defensores de la teoría, entre los que se encuentran algunos miembros del consejo escolar y el director de la Federación Americana de Maestros, han afirmado que enseña la «historia verdadera» de las relaciones raciales en Estados Unidos.
También han afirmado que los padres que se han opuesto a la teoría crítica de la raza están engañando a otros padres y han caracterizado erróneamente el plan de estudios que toca el racismo con la TCR. Algunos medios de comunicación han alegado que estos padres están favoreciendo a los republicanos, que están tratando de recuperar el Congreso en las elecciones de mitad de período de 2022.
Algunos están empleando ahora una estrategia para afirmar que los opositores a la teoría crítica de la raza están intentando censurar lo que los profesores pueden decir en las aulas o hacer que no enseñe sobre ciertos temas históricos como las leyes de Jim Crow, la esclavitud o los nativos americanos. Los que apoyan las legislaciones y mandatos que se oponen a la TCR dicen que las leyes no desalientan el pensamiento crítico ni impiden que los profesores señalen momentos poco favorables de la historia estadounidense.
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