El gobernador de Florida, Ron DeSantis, anunció el miércoles que autorizó el envío de policías a la frontera entre Estados Unidos y México en Arizona y Texas luego de que los dos estados respectivos lo solicitaran.
DeSantis, un republicano, dijo que Florida es el primer estado en responder una carta de los gobernadores Greg Abbott y Doug Ducey, ambos también republicanos, quienes pidieron ayuda a todos los demás estados para vigilar la frontera.
“Estamos aquí hoy porque tenemos problemas en Florida que no son orgánicos para Florida que nos hemos visto obligados a enfrentar durante muchos años, pero particularmente durante los últimos seis meses, debido al fracaso de la administración Biden en asegurar nuestra frontera sur”, dijo DeSantis durante un evento el miércoles. «Y, de hecho, hacer algo realmente constructivo sobre lo que está sucediendo en la frontera sur».
DeSantis dijo que enviarán a oficiales de policía de varias oficinas del alguacil, del Fish and Wildlife Conservation, y de la Patrulla de Carreteras de Florida a los dos estados. Los alguaciles de los condados de Escambia, Santa Rosa, Okaloosa, Walton, Lee, Bay y Brevard se unieron a DeSantis en la conferencia de prensa.
Si bien DeSantis no dio más detalles sobre la naturaleza del despliegue policial, dijo que habrá «más información sobre los contornos de la asistencia mutua» en el futuro. «Estoy seguro de que en cada uno de estos departamentos del alguacil, hay agentes que están ansiosos por poder ir a ayudar», agregó.
“Creo que hay mucha gente pensando, ‘Hombre, desearía poder hacer algo para ayudar’. Bueno, tienen la oportunidad de hacerlo. Creo que van a levantarse muchas manos diciendo: ‘Oye, envíame, quiero ser útil’”, agregó el gobernador republicano.
DeSantis también utilizó la conferencia de prensa para criticar las políticas de inmigración de la administración Biden, diciendo que el presidente Joe Biden rescindió una serie de mandatos exitosos de la era Trump diseñados para frenar la inmigración ilegal. Biden ha explicado que era necesario acabar con las políticas del expresidente Donald Trump, alegando que eran ineficaces.
Abbott y Ducey, en su carta fechada el 11 de junio, pidieron a los otros estados que compartan mano de obra adicional.
«Con su ayuda, podemos detener a más de estos perpetradores de delitos estatales y federales, antes de que puedan causar problemas en su estado», escribieron los dos gobernadores. Ellos no mencionaron a estados que envían sus respectivas fuerzas de la Guardia Nacional a la frontera, ya que las tropas enviadas a la frontera no pueden realizar arrestos legalmente.
Los datos publicados esta semana por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza muestran que los agentes detuvieron a unas 180,000 personas que ingresaron ilegalmente a los Estados Unidos en mayo–la cifra más alta registrada en aproximadamente dos años. Más de 112,000 de esos inmigrantes ilegales fueron expulsados bajo la disposición de salud del Título 42, la cual fue autorizada a través de una declaración de emergencia el año pasado debido a la pandemia del COVID-19.
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