El gobernador de Florida, Ron DeSantis, rechazó el lunes una serie de pronunciamientos de Associated Press (AP) contra él y su secretaría de prensa. Los pronunciamientos alegan que su secretaria de prensa intimidó a uno de los reporteros de AP.
«Supuse que su carta era para notificarme que iba a ofrecer una retractación del artículo de difamación partidista que publicó la semana pasada [sobre mi]», dijo DeSantis, un republicano, en una carta a Daisy Veerasingham, directora ejecutiva entrante de AP, una agencia de noticias utilizada por numerosos medios, incluido The Epoch Times. «En cambio, tuvo la desfachatez de quejarse por el merecido retroceso que ha recibido su fallido y desacreditado intento de inventar una narrativa política».
Veerasingham se quejó a DeSantis la semana pasada, alegando que su secretaria de prensa, Christina Pushaw, participó en un «comportamiento de acoso» a un periodista de AP que escribió un artículo sobre el gobernador.
Pushaw se había pronunciado sobre un artículo en el que se detallaba que el CEO de Citadel, Ken Griffin, ha donado millones a DeSantis y que el gobernador promueve un tratamiento anti-COVID de Regeneron, empresa en la que Citadel ha invertido.
«El principal donante de DeSantis invierte en el medicamento para tratar el COVID-19 que promueve el gobernador», titulaba el artículo.
Afirmaba que los demócratas «cuestionan la relación» entre DeSantis, el medicamento y las inversiones de Citadel, pero no citaba ninguna crítica en el artículo.
El gobierno federal paga los tratamientos de Regeneron.
Pushaw calificó el artículo como un ataque y dijo que la publicación podría llevar a algunas personas a negarse a tomar el tratamiento de Regeneron. Dijo que habló con el periodista, Brendan Farrington, y le pidió que cambiara el titular, que calificó como engañoso. Cuando se negó a hacerlo, ella hizo públicas sus críticas al artículo, compartiendo mensajes en Twitter en los que pedía a los lectores «bloquear» al reportero y a AP.
Farrington, cuya cuenta de Twitter estaba en modo privado, defendió su artículo.
«Por su bien, espero que el gobierno no amenace mi seguridad», escribió en un post. «Estaré bien, espero. Libertad. Pero, por favor, no me maten».
Veerasingham en su carta al gobernador dijo que las acciones de Pushaw constituían un «comportamiento inaceptable de una empleada del gobierno».
Afirmó que la secretaria de prensa quería «activar una turba en Internet para atacar a un periodista que estaba haciendo su trabajo» y que sus publicaciones dieron lugar a «un torrente de comentarios de abuso» dirigidos al reportero.
La directora ejecutiva de AP le pidió a DeSantis que «elimine esta estrategia de ataque de su oficina de prensa y le asegure a la gente de Florida que no hay lugar para ella en su gobierno».
DeSantis no estuvo de acuerdo y dijo en la nueva carta que AP enmarcó la historia de una manera destinada a difamarlo.
“AP no produjo ninguna evidencia de que los esfuerzos de Florida se estén realizando por cualquier motivo que no sea para ayudar a los floridanos a recuperarse del COVID. Esto tendrá consecuencias reales para la salud de las personas, especialmente dado que el tratamiento con anticuerpos monoclonales de Regeneron tiene un historial comprobado y ha sido promocionado tanto por la administración de Trump como por la de Biden”, escribió.
“Esta historia es una teoría de la conspiración sin fundamento. Si bien la confianza del público en los medios hegemónicos como AP está en mínimos históricos, no hay duda de que algunos se negarán a buscar un tratamiento que salve vidas como resultado del titular incendiario de AP”.
El «rechazo vigoroso» que AP y su personal recibieron «es algo que debería esperarse dado el descaro de su ataque político y por el hecho de que su falsa narrativa costará vidas», agregó.
Lauren Easton, una portavoz de AP, le dijo a The Epoch Times en un correo electrónico que AP no tiene adversarios políticos e informa sobre los que están en el poder, independientemente del partido al que estén afiliados.
“El problema aquí no es hacer una retractación. El problemas es acoso. Un servidor público cuyo trabajo es trabajar con la prensa incentivó una campaña de acoso contra nuestro periodista, y eso es inaceptable”, dijo.
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