Cerca de 1000 tropas de la Guardia Nacional se desplegarán en Atlanta después de semanas de disturbios tras el fatal asesinato de Rayshard Brooks a manos de la policía, que culminó en un fin de semana del 4 de julio especialmente violento.
El gobernador de Georgia, Brian Kemp, firmó una orden el lunes declarando el estado de emergencia, autorizando el despliegue de las tropas.
Argumentó que se necesitan las tropas para proteger los edificios del estado, incluyendo el Capitolio, la sede del Departamento de Seguridad Pública, la mansión del gobernador y el Centro del Congreso Mundial de Georgia. Estas tropas liberarán a las tropas estatales de esos lugares para que patrullen las calles de Atlanta.
«Las protestas pacíficas han sido asaltadas por criminales con una agenda peligrosa y destructiva. Ahora, georgianos inocentes están siendo atacados, disparados y abandonados para que mueran», dijo Kemp en una declaración el lunes. «Esta anarquía se debe detener y se debe restaurar el orden en nuestra capital».
Kemp dijo que como resultado, declaró una emergencia «porque la seguridad de nuestros ciudadanos es lo primero», añadiendo que le «permitirá a las tropas proteger la propiedad del estado y enviar policías del estado a patrullar nuestras calles».
«Basta de hablar duro», concluyó el gobernador republicano. «Debemos proteger las vidas y los medios de vida de todos los georgianos».
En todo Atlanta, durante el fin de semana del 4 de julio, 31 personas recibieron disparos y cinco murieron, incluyendo una niña de 8 años. El cuartel general de la Patrulla Estatal de Georgia también fue objeto de actos de vandalismo por parte de los manifestantes durante el mismo período, según los informes de los medios de comunicación local.
«Estaban armados con ladrillos, bloques de jardinería, cócteles molotov, fuegos artificiales. Su única misión era destruir la propiedad y eso fue exactamente lo que hicieron», dijo la teniente Stephanie L. Stallings, portavoz del Departamento de Seguridad Pública de Georgia, a la cadena WSB-TV, y añadió que entre 60 y 100 vándalos vestidos con ropa oscura llegaron a la sede a primera hora de la mañana para causar estragos.
El mes pasado, tras la muerte de Brooks, las manifestaciones de Black Lives Matter se volvieron violentas en Atlanta, causando el incendio de un restaurante de Wendy’s.
La alcaldesa de Atlanta, Keisha Lance Bottoms, demócrata, dijo que el niño de 8 años no fue asesinado por agentes de policía y mencionó las recientes solicitudes de la reforma de la policía.
«Bueno, ahora estamos exigiendo una acción para Secoriea Turner y para todas las demás personas que fueron baleadas en Atlanta anoche y en las últimas semanas porque la realidad es ésta —estos no son policías disparando a la gente en las calles de Atlanta, estos son miembros de la comunidad que se están disparando entre sí», dijo a los periodistas el lunes.
«Si quieren que la gente nos tome en serio, y no quieren que perdamos este movimiento, entonces no podemos perdernos los unos a los otros», dijo el alcalde, añadiendo que «no se puede culpar de esto a un oficial de policía, no se puede decir que se trata de una reforma de la justicia penal».
«Se trata de algunas personas que llevaban armas y que dispararon a un auto con un bebé de 8 años en el auto».
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