El gobernador de Idaho, Brad Little, firmó este martes una ley que prohíbe los abortos cuando los latidos del corazón del feto son detectables.
«La ley prohíbe los abortos después de que se detectan los latidos del corazón del bebé, alrededor de cinco o seis semanas tras la concepción. La legislación hace excepciones para las emergencias médicas y los embarazos que son el resultado de una violación o incesto», escribió Little, un republicano, a través de Twitter.
El proyecto de ley fue aprobado la semana pasada por el Senado del estado, liderado por los republicanos, en una votación de 25 a 7. La ley castiga hasta con cinco años de prisión el hecho de practicar un aborto a una mujer cuyo hijo no nacido tenga un latido detectable. La ley también permite a las mujeres demandar a los proveedores.
«La vida de cada ser humano comienza en el momento de la fecundación y los niños no nacidos tienen intereses en la vida, la salud y el bienestar que deben ser protegidos», afirma la ley (pdf). «El latido del corazón del feto, cuando se detecta, presenta un punto claramente identificable en el vientre materno antes que el niño de nazca, tiene más del noventa y cinco por ciento de posibilidades de sobrevivir cuando se llega hasta el término».
La ley contempla excepciones en caso de violación, incesto o emergencia médica. La excepción por violación e incesto probablemente sería imposible de cumplir para muchas mujeres, dijeron los opositores, porque la ley de Idaho impide la divulgación de los informes policiales en las investigaciones activas.
«Esta es una buena legislación que otorga a un niño antes de nacer los mismos derechos que a una madre», dijo la patrocinadora del proyecto de ley, la senadora republicana Patti Anne Lodge.
La ley contiene una «disposición para su activación», lo que significa que no entrará en vigor a menos que un tribunal federal de apelación en algún lugar del país confirme una legislación similar de otro estado. En otros estados se aprobaron proyectos de ley similares y algunos ya están siendo objeto de litigio. A principios de este año, un tribunal federal bloqueó temporalmente un proyecto de ley sobre el latido del feto en Carolina del Sur.
Los partidarios de la legislación dicen que les gustaría que esta fuese impugnada en la Corte de Apelaciones del 9º Circuito de Estados Unidos y que luego se decida en la Corte Suprema de Estados Unidos, donde se tiene una mayoría conservadora de 6-3 después de que el expresidente Donald Trump nombrara a tres jueces conservadores.
En última instancia, a los partidarios les gustaría que la ley de Idaho desempeñe un papel en la revocación de Roe v. Wade, la decisión de la Corte Suprema de 1973 que legalizó el aborto en todo el país. Una revocación de Roe significaría que la política del aborto volvería a los estados.
Con información de The Associated Press.
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