Los homicidios cayeron 21,5 % en el estado de Río de Janeiro. El gobernador, Wilson Witzel, aumentó la mano dura contra delincuentes y ahora busca desarmarlos desde la raíz: poniendo un alto al tráfico de armas en sus fronteras.
Mientras la muerte de civiles desarmados disminuyó, la cantidad de delincuentes que murieron durante enfrentamientos armados con la policía incrementó un 16,2 %. En los primeros ocho meses del 2019 se presentaron mil docientos cuarenta y nueve casos de abatimiento en enfrentamientos por delincuencia, mientras que de enero a agosto del 2018 fueron mil setenta y cinco.
«No quiero festejar la muerte de nadie. Por el contrario, queremos celebrar la vida y exactamente para que la vida sea celebrada es que vamos a tener que actuar de forma muy rigurosa contra el tráfico de armas y drogas en nuestro estado y en Brasil», dijo Witzel el domingo 29 de septiembre ante la prensa local.
Mientras tanto, la izquierda política lo ha criticado duramente por celebrar «como hinchada de fútbol», cuando la policía militarizada abatió, sobre el puente Niteroi, a un delincuente que tenía secuestradas a más de treinta personas.
Compromisso é para ser honrado. Os resultados mostram que em minha gestão o crime organizado e a milícia não terão vida fácil. Com coragem e trabalho vamos combater o tráfico de drogas no RJ, resgatar o estado das mãos da bandidagem e devolvê-lo à população. #CoragemPraMudar pic.twitter.com/GIpbW3A9pz
— Wilson Witzel (@wilsonwitzel) 25 de septiembre de 2019
Pedirá ante la ONU sanción y cierre de la frontera con Colombia, Paraguay y Bolivia
El gobernador Witzel señaló que el siguiente paso es desarmar a los delincuentes. Por eso, informó, ha decidido pedirle a las Naciones Unidas una sanción internacional contra los países que venden armas ilegales a grupos criminales
«Es una situación sangrienta la que vivimos en las comunidades de Río de Janeiro. Hay que cerrar la frontera», declaró Witzel ante la prensa local.
En lo que va del año, bajo la gestión del gobernador se han incautado casi 6 000 armas de fuego. Y tras rastrear el origen de estas, anunció que apelará al Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para que sancione «a Paraguay, Bolivia y Colombia en lo que tiene que ver con las armas. Según el gobernador, es desde la frontera de Brasil con estos países, de donde proviene la mayoría de las armas traficadas a Río de Janeiro.
Tensión entre el gobernador y los Bolsonaro
Witzel dijo que había invitado al ministro de Justicia y Seguridad Pública, Sergio Moro, a que lo acompañara a la ONU para hacer la solicitud, pero aún no ha recibido una respuesta.
De acuerdo con el periódico Estadão, Witzel afirmó: “Traté de que el ministro Moro viniera conmigo. Estoy esperando su respuesta. Pero si no viene, voy solo. Me encargaré de hacer el trabajo del estado de Río de Janeiro”.
Es de esperarse que Moro no responda de inmediato. Forma parte del gabinete del presidente Jair Bolsonaro, quien junto con parte de su familia está en una tensa situación con el gobernador Witzel y su partido, el PSC (Partido Social Cristiano).
A lo anterior se suma que Flavio Bolsonaro, hijo del presidente y director del oficialista Partido Social Liberal (PSL) en Río de Janeiro, le pidió a los integrantes del PSL que le quiten su respaldo al gobernador Witzel, después de que este declarara que su triunfo no se lo debe al presidente, y que aspirará a la Presidencia de Brasil.
Hasta ahora, el PSL respaldaba oficialmente a Witzel. Pero ahora el partido está dividido, tanto internamente en el PSL como frente a la postura de sus integrantes frente a desvincularse o no de Witzel.
Mientras que Witzel ha mostrado públicamente que busca retomar la relación con el partido de gobierno y sus integrantes.
Contrabando de armas: resultado de la prohibición del porte impuesto por Lula Da Silva
Frente a la tensión ya existente entre ambos partidos, podría surgir un punto en común. Witzel expone cómo pese a la prohibición de armas, los delincuentes andan fuertemente armados, mientras que los civiles están indefensos frente a sus amenazas; ante lo cual aumenta la necesidad de fuerza de la policía militarizada.
La promesa de devolverles a los ciudadanos el derecho a la legítima defensa, por medio del porte de armas, de la mano de la campaña para combatir el crimen, fue una de las causas determinantes para que el 1 de enero de 2019 Jair Bolsonaro fuera investido como presidente.
Prometió devolver a brasileros el derecho a la autodefensa, la cual perdieron bajo la gestión de Lula da Silva. En aquel entonces, los brasileros votaron mayoritariamente en contra de la prohibición de armas, el Gobierno socialista les retiró la capacidad de defenderse. De modo que los civiles inocentes cumplieron la ley y quedaron vulnerables ante los delincuentes. Y los resultados fueron devastadores. Brasil sufrió un promedio de sesenta y dos mil asesinatos anuales, cometidos, en su mayoría, con armas ilegales.
Sin embargo, por resistencia a nivel parlamentario, la portación de armas por parte de civiles todavía no es un hecho. La actual tensión entre el PSL y el PSC podría ser provechosa. En cuanto que la campaña de Witzel pone en evidencia cómo el acceso de armas ilegales se da a través del contrabando y deja vulnerables a los civiles inocentes, mientras que arma a los delincuentes que no respetan la ley.
En caso de lograr un consenso, podrían encaminarse hacia la legalización y así reducir sustancialmente el contrabando que hoy cruza por las tres fronteras que el gobernador Witzel busca cerrar. Y devolverle a los brasileros la capacidad para defender su vida, su libertad y su propiedad.
Este artículo fue publicado originalmente en PanAm Post.
Los puntos de vista expresados en este artículo son las opiniones del autor y no reflejan necesariamente los puntos de vista de La Gran Época.
¿Sabías?
Después de 20 años, muchos aún no saben que millones de personas inocentes son perseguidas por un régimen malvado
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