El gobernador de Tennessee, Bill Lee, firmó este lunes una orden ejecutiva para permitir que los padres tomen la decisión final sobre si sus hijos deben llevar mascarilla en la escuela.
«Nadie se preocupa más por la salud y el bienestar de un niño que un padre», dijo el gobernador republicano en una declaración anunciando la orden.
La orden (pdf) «permite a los padres decidir que sus hijos no lleven mascarilla en la escuela si el consejo escolar o el consejo de salud lo ordena en un distrito», dijo Lee, añadiendo que «los distritos tomarán la decisión que consideren mejor para sus escuelas, pero los padres tendrán la última palabra en cuanto a la salud y el bienestar de sus hijos».
El gobernador también señaló que los hospitales están «llenos de adultos» con COVID-19, a diferencia de los niños, por lo que indicó que «exigir a los padres que hagan que sus hijos lleven mascarillas para resolver un problema de adultos es, en mi opinión, un enfoque equivocado».
El Departamento de Salud de Tennessee brindó información sobre la orden ejecutiva e indicó que no convocará una sesión legislativa especial por la orden de mascarillas, como pidieron algunos demócratas.
Los legisladores de la oposición expresaron su preocupación por la nueva orden ejecutiva, y el presidente de la Cámara estatal, Vincent Dixie, acusó a Lee de estar «dispuesto a jugar a la ruleta rusa con nuestros niños».
«Hoy, el gobernador no ha ofrecido ninguna solución o recomendación sobre cómo proteger a nuestros hijos», dijo Dixie.
El vicegobernador del estado, Randy McNally, apoyó la orden ejecutiva del gobernador y la calificó como «una solución sabia y prudente ante la proliferación de órdenes de mascarillas». Aún así instó a los habitantes de Tennessee a usar mascarillas si no pueden vacunarse, según una declaración.
«Esta orden ejecutiva reconoce la autoridad de las juntas escolares y sanitarias locales para tomar estas decisiones, al tiempo que garantiza que los padres tengan la capacidad de optar por no hacerlo. Se trata de un compromiso apropiado que establece un equilibrio adecuado entre la libertad y la salud pública», dijo McNally.
Casi 100,000 personas a la semana se están vacunando en el estado, según Lee, quien instó a todos los habitantes de Tennessee a hablar con su médico y considerar la posibilidad de vacunarse.
«El gobierno no obligará ni exigirá a nadie que se vacune, pero les animo a que lo consideren por sí mismos. Está ampliamente disponible, es eficaz y es gratuito», dijo el gobernador.
En otros estados, como Arkansas, Florida, Iowa, Montana, Carolina del Sur y Texas, también se tomaron medidas para evitar que los funcionarios locales y los distritos escolares impongan mascarillas sin tener en cuenta la opinión de los padres.
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