El gobernador de Tennessee, el republicano Bill Lee, promulgó una ley que prohíbe a los gobiernos locales proscribir las estufas de gas.
La medida se adoptó después de que las agencias federales debatieran sobre su potencial para emitir niveles inseguros de contaminantes atmosféricos que supuestamente contribuyen a los problemas respiratorios y al cambio climático, acusaciones que han sido criticadas por los republicanos y los grupos industriales.
El senador republicano estatal, Page Walley, dijo a The Epoch Times que el proyecto de ley fue impulsado por la preocupación sobre las conversaciones del gobierno federal de prohibir los artefactos de gas natural sobre la base de lo que calificó como una «investigación errónea».
«Yo sé que algunas agencias federales comenzaron a retractarse de sus afirmaciones anteriores relacionadas con eso, pero también sabemos que una variedad de jurisdicciones en todo el país ya tenían o estaban considerando una prohibición sobre qué fuentes de energía podían utilizar sus ciudadanos en sus hogares y en sus negocios», dijo Walley.
«Así que queríamos asegurarnos y dejar bien claro que los habitantes de Tennessee tiene libre elección sobre el tipo de fuentes de energía y electrodomésticos que desean utilizar y que ninguna subdivisión de nuestro estado puede limitarlo».
Según el proyecto de ley 367 del Senado, «una subdivisión política de este estado no podrá adoptar una política que prohíba, o tenga el efecto de prohibir, basándose en el tipo o la fuente de energía que se suministrará a un cliente individual o que este utilizará: (1) la conexión o reconexión de un servicio público; o (2) la venta o instalación de un aparato utilizado para cocinar, espacio, calefacción, calentamiento de agua u otro uso final».
El 20 de marzo, los congresistas republicanos Kelly Armstrong (R-N.D.) y Debbie Lesko (R-Ariz.) propusieron una ley para frenar cualquier prohibición o regulación estricta de las estufas de gas vendidas en Estados Unidos.
«La extrema regulación propuesta por la administración Biden, que prohíbe casi todas las estufas de gas del mercado, es solo otro ejemplo de burócratas que intentan controlar la vida cotidiana de los estadounidenses», dijo Lesko.
«Cualquier opción está sobre la mesa»
En enero, el Comisario de Seguridad de los Productos de Consumo de Estados Unidos (CPSC), Richard Trumka, declaró a Bloomberg que un artefacto electrodoméstico era un «peligro oculto» y que «cualquier opción está sobre la mesa» en cuanto a su posible prohibición o regulación estricta, tras una petición oficial de la CPSC de datos sobre peligros potenciales y aportaciones para encontrar soluciones a las estufas de gas.
Aunque Trumka dijo que los productos «que no pueden ser hechos seguros pueden ser prohibidos», más tarde se retractó de su declaración en un mensaje de Twitter. «Para ser claros, la CPSC no viene por las estufas de gas de nadie», dijo Trumka, añadiendo que las regulaciones se aplicarían a los nuevos productos, y que habría incentivos financieros disponibles a través de la Ley de Reducción de la Inflación (IRA) para cualquiera que opte por cambiar de gas a electricidad.
La Ley de Reducción de la Inflación incluye reembolsos de hasta 840 dólares por la compra de nuevas estufas eléctricas.
La administración Biden dijo que el presidente Joe Biden no apoya la prohibición de las estufas de gas.
Tanto la Agencia de Protección del Medio Ambiente (EPA) como la Organización Mundial de la Salud (OMS) han afirmado que las estufas de gas natural emiten contaminantes atmosféricos inseguros, como dióxido de nitrógeno y monóxido de carbono, y que incluso podrían tener fugas de metano cuando están apagadas.
En 2021, el Ayuntamiento de Nueva York votó a favor de prohibir las conexiones de gas natural en los edificios nuevos de menos de siete plantas.
En mayo de 2022, el Ayuntamiento de Los Ángeles votó a favor de prohibir la mayoría de los aparatos de gas en las nuevas construcciones, una política que también obliga a equipar las nuevas viviendas y comercios con cocinas eléctricas.
«Mala ciencia»
Un grupo ecologista llamado Rocky Mountain Institute (RMI) publicó en diciembre de 2022 un estudio que relacionaba el uso de estufas de gas con el asma.
La Asociación de Fabricantes de Electrodomésticos y la Asociación Americana del Gas (AGA) se han mostrado contrarias a la prohibición.
La AGA dijo que sería «poco práctico» prohibir las estufas de gas y calificó el informe del RMI de «mala ciencia».
«La perpetuación de las alegaciones en este reciente informe, que es financiado por organizaciones no gubernamentales que trabajan para avanzar en su agenda de eliminar la elección de energía de los consumidores y la opción de gas natural, no solo está promoviendo la mala ciencia, sino que imprudentemente crea miedo a los propietarios de viviendas sin una causa», dijo la AGA.
Con la contribución de Jack Phillips y Chase Smith e información de The Associated Press.
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