El gobernador de Tennessee dijo el 2 de mayo que suspendía todas las ejecuciones previstas para 2022.
El gobernador Bill Lee, republicano, dijo que la medida se tomaba debido a las cuestiones que se plantearon en relación con las pruebas de las inyecciones letales durante la preparación de la ejecución de Oscar Franklin Smith, uno de los presos condenados a muerte en Tennessee.
Smith, de 72 años, condenado por asesinar a su esposa, de la cual estaba separado, y a los dos hijos adolescentes de ésta en Nashville en 1989, había recibido su última comida y estaba programado para ser ejecutado cuando Lee emitió un indulto temporal en abril.
Lee atribuyó el indulto —que se produjo solo dos días después de denegar la solicitud de clemencia de Smith— a un «descuido en la preparación de la inyección letal», sin revelar más detalles.
El lunes, el gobernador dijo que el cóctel químico que se iba a administrar a Smith fue sometido a pruebas de potencia y esterilidad, pero no de endotoxinas.
Lee anunció que el estado está contratando al exfiscal federal Ed Stanton, designado por Obama, para que dirija una investigación de terceros sobre lo ocurrido.
«Examino cada caso de pena de muerte y creo que es un castigo apropiado para crímenes atroces. Sin embargo, la pena de muerte es un asunto extremadamente serio, y espero que el Departamento Correccional de Tennessee no deje lugar a dudas de que los procedimientos se siguen correctamente», dijo Lee en un comunicado. «Una investigación llevada a cabo por una tercera parte respetada garantizará que cualquier fallo operativo en el TDOC se aborde a fondo. Pondremos en pausa las ejecuciones programadas hasta finales de 2022 para permitir la revisión y la puesta en marcha de acciones correctivas».
TDOC son las siglas del Departamento Correccional de Tennessee.
El departamento no quiso hacer comentarios.
Amy Harwell, una defensora pública que representa a Smith, dijo previamente a WBIR-TV que querían que se iniciara una investigación independiente.
«Realmente apreciamos lo que el TDOC ha hecho en términos de informar las cosas y esperamos preservar todas las pruebas», dijo. «Pero la investigación en este momento tiene que estar fuera de esa agencia para ver lo que pasó y para que el público pueda estar al tanto y para que todos podamos estar seguros de que cualquier ejecución futura se llevará a cabo correctamente».
Smith es uno de los 47 reclusos del corredor de la muerte de Tennessee, donde las ejecuciones se suspendieron a principios de 2020 debido a la pandemia del COVID-19.
Los condenados a muerte en Tennessee pueden elegir entre morir en la silla eléctrica o por inyección letal. De las cuatro ejecuciones que el departamento ha llevado a cabo desde 2019, tres fueron por silla eléctrica.
El Tribunal Supremo de Tennessee decidirá cuándo se ejecutará a los reclusos programados para morir en 2022.
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