El gobernador de Texas, Greg Abbott, refutó el domingo las acciones ejecutivas recientemente anunciadas por el presidente Joe Biden sobre el control de armas, diciendo que esas propuestas no son más que un «espectáculo» que en realidad no aborda los delitos relacionados con armas.
En una entrevista en «Fox News Sunday«, Abbott desestimó la idea de que el presidente pudiera usar órdenes ejecutivas para limitar la Segunda Enmienda.
«Creo que no hay forma aceptable de que un presidente por orden ejecutiva pueda infringir los derechos de la Segunda Enmienda o alterar los derechos de la Segunda Enmienda», dijo el gobernador republicano. “Si el presidente quisiera hacer algo más que un espectáculo—si el presidente realmente quisiera hacer algo de manera sustantiva, lo que realmente podría hacer por orden ejecutiva es eliminar la acumulación de denuncias que ya se han presentado sobre delitos con armas de fuego que se han producido».
Abbott continuó diciendo que los estadounidenses necesitan sus armas para la autodefensa ahora más que nunca, citando la crisis fronteriza de la que se están aprovechando los cárteles de la droga mexicanos, el movimiento «Defund the Police» y las políticas de fianza que permiten que «criminales muy peligrosos» sean devueltos a las calles.
“Los tejanos y los estadounidenses saben que necesitan sus derechos de la Segunda Enmienda para defenderse en un momento en que el gobierno de Estados Unidos y otros gobiernos estén haciendo muy poco para defender a nuestros compatriotas”, dijo. «Esa es exactamente la razón por la que no deberíamos tener más limitaciones a nuestros derechos de la Segunda Enmienda».
Los comentarios de Abbott se producen después de que respaldara un proyecto de ley para convertir a Texas en un «Estado Santuario de la Segunda Enmienda». El Proyecto de Ley 2622 de la Cámara, presentado por el representante estatal republicano Justin Holland, prohibiría a las agencias gubernamentales estatales y locales hacer cumplir o brindar asistencia a las agencias federales acerca de cualquier nueva ley o norma federal relacionada con armas de fuego, municiones y accesorios.
“Es momento de que se apruebe la legislación que hace [de Texas] un Estado Santuario de la Segunda Enmienda y de que mi oficina la firme”, escribió Abbott en Twitter.
En un intento por abordar lo que él describió como una «epidemia de violencia armada», Biden introdujo el 8 de abril una serie de medidas que restringen la disponibilidad de ciertas armas y accesorios y alientan a los estados a adoptar «leyes de bandera roja», lo cual permite a los miembros de la familia o a las fuerzas de seguridad pedir a una corte que impida que las personas posean armas si muestran signos de ser una amenaza para ellos mismos o para los demás.
Una de las órdenes ejecutivas busca restringir las «armas fantasma», o armas de fuego caseras y no registradas que generalmente se construyen a partir de un kit que se puede pedir por Internet. Otra orden restringe la venta de aparatos de estabilización diseñados para aumentar la precisión y reducir el culatazo de las pistolas, haciendo que funcionen más como rifles.
«Ninguna enmienda a la Constitución es absoluta», afirmó Biden al anunciar su paquete de control de armas. “Desde el inicio, no se podía tener ningún arma que se quisiera tener. Desde el inicio que existió la Segunda Enmienda, a ciertas personas no se les permitía tener armas».
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