El gobernador de Texas, Greg Abbott, emitió el martes una orden que prohíbe a los gobiernos locales y a las escuelas exigir el uso de mascarillas en lugares cerrados, apenas unos días después de que las autoridades sanitarias federales flexibilizaran las directrices sobre el uso de mascarillas para las personas vacunadas.
Los gobiernos locales de Texas tienen que deshacerse de sus órdenes sobre las mascarillas antes del 21 de mayo, según la orden ejecutiva de Abbot, y las escuelas tienen que hacer lo mismo antes del 4 de junio. Si los gobiernos locales no cumplen, podrían enfrentarse a multas de hasta 1000 dólares, según un comunicado de prensa de la oficina del gobernador.
«El estado de la Estrella Solitaria sigue derrotando al COVID-19 mediante el uso de vacunas ampliamente disponibles, medicamentos terapéuticos con anticuerpos y prácticas seguras utilizadas por los tejanos en nuestras comunidades», dijo el gobernador republicano en un comunicado de prensa. «Los tejanos, no el gobierno, deben decidir sus mejores prácticas de salud, por lo que las mascarillas no serán exigidas por los distritos escolares públicos o las entidades gubernamentales».
Abbott, en un tuit, dijo que deberían ser los tejanos, y no el gobierno, quienes «decidan sus mejores prácticas de salud».
Esto se produce cuando Texas registró cero muertes por COVID-19 por primera vez desde que se registraron los datos de la pandemia, dijo Abbott el 16 de mayo. También señaló que el estado registró el menor número de casos del virus del PCCh (Partido Comunista Chino), o nuevo coronavirus, en más de 13 meses y el menor número de hospitalizaciones por el virus en 11 meses.
Cuando el gobernador anunció que el estado levantaría las ordenes de usar mascarillas a nivel estatal el 2 de marzo, los legisladores demócratas y el presidente Joe Biden arremetieron contra él y alegaron que el número de casos del virus del PCCh aumentaría.
El martes, Abbott explicó que los tejanos «pueden seguir mitigando el COVID-19 mientras defienden la libertad de los tejanos de elegir si utilizan mascarillas o no».
Los Centros para el Control de Enfermedades (CDC) de EE. UU. y su directora, Rochelle Walensky, dijeron la semana pasada que las personas totalmente vacunadas no tienen que —en la mayoría de los casos— usar una mascarilla en lugares cerrados y al aire libre. Más tarde, Walensky declaró a los medios de comunicación que cree que los niños, que no pueden recibir la vacuna COVID-19, deben usar mascarillas en espacios cerrados.
Después de que Abbott pusiera fin al requisito estatal de las mascarillas en marzo, se permitió a los sistemas escolares mantener intactas sus propias políticas de uso de mascarillas, pero la orden del martes estipula que «no se puede exigir a ningún estudiante, profesor, padre u otro miembro del personal o visitante que lleve una cubierta facial».
Según un estudio de la revista Lancet de marzo, se constató que especialmente los niños «siguen teniendo un bajo riesgo de mortalidad por COVID-19».
En los últimos meses, varios estados liderados por el Partido Republicano han relajado las restricciones en torno a las mascarillas, han prohibido los llamados sistemas de «pasaporte de vacunas» o han anulado las órdenes locales de emergencia por pandemia.
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