El gobernador de Texas firmó el 10 de noviembre un proyecto de ley que prohíbe a las empresas imponer mandatos de vacunación contra la COVID-19.
La legislación ayuda a proteger el derecho de los tejanos «a tomar sus propias decisiones sobre la atención sanitaria a la que quieren acceder y la que quieren rechazar», dijo el gobernador Greg Abbott, republicano, al firmar la ley en Austin.
«Un empleador no puede adoptar o hacer cumplir un mandato que requiere que un empleado, contratista, solicitante de empleo, o solicitante de un puesto de contrato para ser vacunados contra la COVID-19 como condición de empleo o un puesto de contrato», establece el proyecto de ley 7 del Senado.
El proyecto de ley también prohíbe a los empleadores castigar a empleados, contratistas y solicitantes por negarse a vacunarse contra la COVID-19.
«Se trata de la prohibición más completa del país sobre los mandatos de vacunación contra la COVID -de hecho, es cinco veces más fuerte que el proyecto de ley de Florida, que es el siguiente más fuerte- y cubre a los posibles contratistas y a los posibles empleados, y eso es parte de lo que la hace tan amplia», dijo en la firma el senador estatal Mayes Middleton, copatrocinador de la legislación.
Según el senador republicano Middleton, la prohibición de los mandatos incluye a los estudiantes de medicina, los internos y los becarios, ya que se ha añadido la palabra beneficio.
Los empleadores que infrinjan la ley se enfrentan a una multa de hasta 50,000 dólares por infracción, así como a acciones legales.
Los empresarios podrían evitar las multas si aceptan contratar al solicitante o readmitir al trabajador o contratista. Los empresarios también tendrían que pagar los salarios atrasados.
La nueva ley permite presentar denuncias ante una comisión estatal y faculta a ésta para investigar posibles infracciones.
La legislación fue aprobada por la legislatura durante una sesión especial convocada por el Sr. Abbott para considerar cuestiones específicas, incluida la cuestión de los mandatos de vacunación.
La Cámara estatal aprobó el proyecto de ley en una votación de 91-54, mientras que el Senado estatal lo aprobó 17-11.
Los empleadores comenzaron a exigir vacunas
Abbott en una orden ejecutiva en 2021 había prohibido a los empleadores privados imponer mandatos de vacunas COVID-19 a los trabajadores o clientes. La orden se basó en las declaraciones de emergencia que el gobernador terminó durante el verano.
Algunos empleadores del estado comenzaron entonces a exigir las vacunas, incluido el Baylor College of Medicine.
El gobernador había pedido a la legislatura que codificara la prohibición, y los legisladores llevaban dos años intentándolo.
Los republicanos en la legislatura aprobaron previamente una ley que prohíbe a los gobiernos locales imponer mandatos de vacunas, así como mandatos de mascarillas.
Texanos por la Opción de Vacunación se encuentra entre los partidarios del proyecto de ley que el gobernador firmó el viernes.
«Ya es hora de poner fin a la tiranía de COVID en Texas, y éste es uno de los últimos obstáculos a los que nos enfrentamos para prohibir la discriminación en materia de vacunas», afirmó el grupo en un reciente comunicado.
El vicegobernador de Texas, el republicano Dan Patrick, dijo que el proyecto de ley «devolverá la libertad médica a los tejanos y garantizará que no pierdan su medio de vida por sus decisiones personales de salud.»
Ajuste realizado
Los críticos del nuevo proyecto de ley dijeron que es un ejemplo de extralimitación del gobierno.
«¿Me estás diciendo que si me gano la vida dirigiendo un camión de comida, y quiero contratar a alguien para que me ayude a voltear las hamburguesas, y resulta que soy uno de esos locos que piensan que COVID es malo para mí, no puedo precondicionar su empleo a que se vacunen?», dijo recientemente el senador estatal Nathan Johnson, demócrata. «¿Dónde está el equilibrio en eso?».
El Dr. Jimmy Widmer, representante de la Asociación Médica de Texas, dijo a los senadores mientras se consideraba el proyecto de ley que la legislación debería contener «excepciones razonables para la seguridad del paciente.»
«Los consultorios médicos de Texas deberían tener la libertad de establecer sus propias políticas de vacunación en consonancia con los mejores intereses de los pacientes a los que atendemos y equilibradas con las necesidades médicas y conscientes de nuestros empleados y contratistas», dijo.
La versión final de la ley prevé excepciones.
Establece que los centros de atención sanitaria, los proveedores de atención sanitaria y los médicos «pueden establecer y aplicar una política razonable que incluya la exigencia del uso de equipos médicos de protección por parte de una persona que sea empleada o contratista del centro, proveedor o médico y que no esté vacunada contra el COVID-19 basándose en el nivel de riesgo que la persona presenta para los pacientes por la exposición rutinaria y directa de la persona a los pacientes».
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE.UU. recomiendan actualmente que casi todos los estadounidenses reciban una de las vacunas COVID-19 actualizadas, que fueron autorizadas recientemente por los reguladores federales con datos de estudios de tan solo 50 seres humanos.
Alrededor del 5 por ciento de los estadounidenses han recibido una de las nuevas vacunas, según los datos disponibles más recientes.
Fabricantes de vacunas como Pfizer han ajustado a la baja sus previsiones de beneficios en los últimos meses debido a la falta de demanda, aunque algunos ejecutivos mantienen que todas las personas que recibieron una de las vacunas bivalentes, disponibles durante aproximadamente un año hasta la autorización de las vacunas actualizadas, recibirán una de las vacunas actualizadas.
Únase a nuestro canal de Telegram para recibir las últimas noticias al instante haciendo click aquí
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.
