EAGLE PASS, Texas —El Departamento de Seguridad Pública de Texas (DPS) establecerá puestos de control aleatorios en las carreteras para inspeccionar los camiones tras la muerte de 53 inmigrantes ilegales que eran contrabandeados en la parte trasera de un remolque a principios de esta semana.
«Hemos visto un aumento de la audacia por parte de los cárteles que se sienten empoderados, porque no tenemos un gobierno federal que esté haciendo frente a esos cárteles y a su actividad ilegal», dijo el gobernador de Texas, Greg Abbott, en una conferencia de prensa celebrada el 29 de junio en Eagle Pass, una de las regiones con más tránsito de cruces fronterizos ilegales del país.
«Y por supuesto, lo peor de todo es la muerte catastrófica que hemos presenciado».
El director del DPS, Steven McCraw, dijo que los policías estatales ayudarán a los inspectores civiles a establecer puestos de control a lo largo de las principales carreteras que van desde la frontera entre Texas y México hasta San Antonio, Houston y otros centros importantes.
A menudo, los extranjeros ilegales vadean o son transportados en balsas a través del Río Grande hacia Texas y, mientras evitan a la Patrulla Fronteriza, son llevados a un escondite para esperar el transporte en vehículo hacia Estados Unidos.
McCraw dijo que también planea desplegar agentes especiales del DPS para identificar escondites cerca de la frontera, «lo cual es muy importante para desbaratar las operaciones de los cárteles mexicanos».
El camión que transportaba a los inmigrantes ilegales que murieron en San Antonio pasó por un puesto de control de la Patrulla Fronteriza a 30 millas al norte de Laredo en la I-35, dijo McCraw a The Epoch Times.
El puesto de control suele tener dos carriles para camiones y tres carriles para coches operando simultáneamente.
El exjefe del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, Tom Homan, dijo a The Epoch Times que los contrabandistas apagan la refrigeración en los camiones refrigerados para dar la apariencia de que es una carga vacía y que no hay necesidad de una inspección secundaria.
La refrigeración estaba apagada en el camión de San Antonio y no había agua en su interior, a pesar de que la temperatura del mercurio superaba los 100 grados.
«El camión pasó por un control de la Patrulla Fronteriza, no fue inspeccionado. No fue inspeccionado porque la Patrulla Fronteriza no tiene los recursos para poder inspeccionar todos los camiones», dijo Abbott.
«Muchas de estas muertes podrían evitarse si Biden simplemente financiara totalmente la operación de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos de América y aplicara las políticas que la Patrulla Fronteriza necesita para hacer su verdadero trabajo. Y el verdadero trabajo no es el trabajo de procesamiento de papel que se les ha asignado».
El presidente Joe Biden calificó las muertes en San Antonio como «horripilantes y desgarradoras», y prometió tomar medidas contra las organizaciones criminales de contrabando.
«Explotar a personas vulnerables con fines de lucro es vergonzoso», dijo Biden.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, dijo a los periodistas el 28 de junio: «El hecho es que la frontera está cerrada, lo cual es en parte la razón por la que se ve a la gente tratando de hacer este peligroso viaje utilizando redes de contrabando».
Desde que Biden asumió el cargo, el número de cruces ilegales ha alcanzado múltiples récords. La Patrulla Fronteriza ha detenido a más de 3.2 millones de inmigrantes ilegales desde enero de 2021, según datos de Aduanas y Protección Fronteriza.
Cuatro personas han sido ya detenidas en relación con la operación de contrabando de camiones que provocó las 53 muertes, según el Departamento de Justicia.
Homero Zamorano, el conductor del camión, fue acusado el 29 de junio de un cargo de contrabando de extranjeros con resultado de muerte, y Christian Martinez, de 28 años, fue acusado de un cargo de conspiración para transportar extranjeros ilegales con resultado de muerte.
Si son declarados culpables, tanto Zamorano como Martinez se enfrentan a cadena perpetua o a la posible pena de muerte.
Dos ciudadanos mexicanos, Juan Francisco D’Luna-Bilbao y Juan Claudio D’Luna-Mendez, fueron detenidos el 27 de junio. Cada uno de ellos ha sido acusado de tres delitos relacionados con armas de fuego después de salir de una propiedad de San Antonio que figuraba como dirección registrada del camión utilizado en la operación de contrabando. Ambos estaban en el país con visados B-2 vencidos.
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