El gobernador de Texas Greg Abbott anunció que no habrá planes para otro cierre en todo el estado a medida que los casos de COVID-19 aumentan en el estado.
El gobernador republicano dijo el miércoles a KPRC que los funcionarios no están trabajando en el cierre de más negocios.
«Me hacen esta pregunta, parece que, mil veces al día. La gente tiene pánico al pensar que estoy a punto de cerrar Texas otra vez. La respuesta es no», dijo Abbott a la emisora de Houston.
Las autoridades creen que el uso generalizado de tapabocas o mascarillas debería frenar la propagación del virus del PCCh (Partido Comunista Chino) y reducir el número de casos, añadió.
«Si todos pueden adoptar la práctica de usar mascarillas durante las próximas cuatro semanas, podremos controlar a la COVID-19», dijo Abbott.
A principios de este mes, el gobernador ordenó que todos usaran mascarillas mientras estuvieran en un lugar público. El estado sigue luchando por contener el aumento de casos, ya que el miércoles Texas registró casi 10,800 casos nuevos junto con 110 muertes.
«Si tuviéramos que cerrar durante dos semanas, como algunos piden, una vez que abramos de nuevo podrían que las cosas empiezan a extenderse de nuevo», dijo Abbott. «Hasta que no haya medicamentos para frenar la propagación del coronavirus, solo hay una cosa que puede frenar la propagación y es que la gente adopte el uso de algún tipo de protección para el rostro cada vez que salgan».
Más tarde en la entrevista con la emisora, Abbott dijo que quiere que «los niños vuelvan al aula lo antes posible», añadiendo: «Es bueno para ellos y bueno para sus padres». Dijo que cada distrito escolar debería usar su propia discreción.
Bajo el mandato, los infractores de la orden de usar mascarilla pueden ser multados hasta con USD 250. Hay excepciones para las personas que tienen una condición médica o discapacidad, que hacen ejercicio al aire libre, o que participan en un servicio religioso o en una votación.
Abbott también dio a los alcaldes y a las autoridades del condado la posibilidad de prohibir las reuniones al aire libre de más de 10 personas.
A principios de julio, Abbott dijo que no quiere retroceder sus órdenes anteriores para reabrir la economía. Pero la semana pasada volvió a cerrar los bares y limitó la capacidad de los restaurantes al 50 por ciento.
«Tenemos la capacidad de mantener los negocios abiertos y hacer avanzar nuestra economía para que los texanos puedan seguir ganando un sueldo, pero requiere que cada uno de nosotros haga su parte para protegerse mutuamente—y eso significa usar mascarillas en los espacios públicos», dijo Abbott.
El Associated Press contribuyó a este informe.
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