El gobernador de West Virginia, Jim Justice, firmó una legislación el 2 de marzo que penalizaría a los médicos que no brinden atención médica «razonable» a un bebé nacido después de un intento de aborto.
El Senado estatal aprobó el Proyecto de Ley 4007, de la Cámara de Representantes, también conocido como Ley de Protección de Sobrevivientes del Aborto, Nacido Vivo, en una votación de 32-0 (pdf), y la Cámara de Delegados respaldó la medida 92-6 (pdf). Fue presentado por la delegada Ruth Rowan (R-W.Va.) junto a varios copatrocinadores.
«Es increíble que, incluso, tengamos que pasar por este proceso por algo que parece ser solo sentido común», dijo Justice en la firma del proyecto de ley. «Pero al mismo tiempo, deberíamos estar realmente orgullosos de defender las vidas de nuestros más vulnerables. Para Dios, arriba, ese bebé lo vale».
Poco después de firmar el proyecto de ley, Justice escribió en Twitter: “Realmente creo que toda vida humana, nacida o no, es un regalo de Dios. Fue una obviedad para mí firmar hoy la Ley de Protección de Sobrevivientes del Aborto, Nacido Vivo. Esta nueva ley protegerá a los bebés que sobrevivan a un intento de aborto».
La legislación recientemente firmada establece que si un médico realiza o intenta realizar un aborto que resulta en un niño nacido vivo, debe «ejercer el mismo grado de juicio médico razonable para preservar la vida y la salud del niño» como lo haría «a cualquier otro niño nacido vivo a la misma edad gestacional; y asegurar que el niño nacido vivo sea transportado inmediatamente y admitido en un hospital».
Según la medida, «nacido vivo» significa la «expulsión o extracción completa de su madre de aquel individuo, en cualquier etapa de su desarrollo, que después de dicha expulsión o extracción respira o tiene un corazón que late, pulsación del cordón umbilical, o movimiento definido de los músculos voluntarios, independientemente de si el cordón umbilical ha sido cortado, e independientemente de si la expulsión o extracción ocurre como resultado de un parto natural o inducido, una cesárea o un aborto inducido».
Cualquier médico, u otro profesional médico con licencia que no lo haga, estará sujeto a «medidas disciplinarias de la junta de licencias correspondiente para esa conducta, incluida, entre otras, la pérdida de la licencia profesional para ejercer», dice el proyecto de ley.
Los demócratas del estado han criticado ampliamente el proyecto de ley por considerarlo redundante y por enviar un mensaje político en lugar de resolver un problema constante, señalando que el asesinato ya es un delito en West Virginia.
“Un niño nacido vivo que, de alguna manera sería asesinado, eso sería asesinato. Claramente sería un asesinato. No hay nadie haciendo eso, y si lo hacen, están en la cárcel», dijo el senador Mike Romano (D-W.Va.), del condado de Harrison, cuando el Senado aprobó el proyecto de ley el mes pasado.
Actualmente en West Virginia, los abortos son ilegales después de 20 semanas, a menos que la vida de la madre esté en peligro o en los casos en que el embarazo sea el resultado de una violación o incesto.
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