El gobernador de Wisconsin, Tony Evers, pidió el martes a la gente que se quedara en casa debido a la cantidad de casos, hospitalizaciones, y muertes en el estado debido al COVID-19.
“Al dejar atrás las elecciones, estamos llamados a recordar las cosas que nos unen y eso incluye las luchas que compartimos. Ahora debemos devolver toda nuestra atención a la pandemia del COVID-19. Debemos comenzar a luchar juntos contra este virus y debemos comenzar esta noche”, dijo Evers, un demócrata, durante un discurso a los habitantes de Wisconsin.
COVID-19 es la enfermedad causada por el virus del PCCh (Partido Comunista Chino).
Los funcionarios de salud de Wisconsin informaron el 10 de noviembre por la mañana más de 7000 nuevos casos del COVID-19, junto con 66 muertes y 291 hospitalizaciones.
El gobernador–quien está en su primer mandato–citó proyecciones del Instituto de Métricas y Evaluación de la Salud de la Universidad de Washington, el cual fue criticado por su inexactitud durante la pandemia, que sugieren que alrededor de 5000 residentes de Wisconsin podrían morir para el 1 de enero de 2021, si no se toman más medidas para retrasar la propagación del virus.
“Wisconsin, esto es serio. Esta crisis es urgente”, dijo Evers.
En una nueva orden ejecutiva, el gobernador recomendó que las personas “se queden en casa tanto como sea posible y solo hagan viajes cuando sea necesario, como ir al trabajo, recoger alimentos, o surtir recetas”.
Evers también aconsejó a la gente evitar reuniones que incluyan a personas de diferentes hogares y mantenerse al menos a seis pies de distancia de la gente que no pertenezca a su hogar. El gobernador pidió a la gente que cancelara los happy hours, las cenas con invitados, las pijamadas, y las actividades de recreo, y que rechazaran las ofertas de pasar tiempo en persona con familiares o amigos.
A principios de este año, la administración de Evers ordenó el cierre de los llamados negocios no esenciales y que los residentes de Wisconsin se quedaran en casa, con limitadas excepciones. En mayo, la Corte Suprema de Wisconsin bloqueó una orden para extender ese mandato, y dijo que la mayor parte de la orden era ilegal.
Evers dijo el 10 de noviembre que la decisión «paralizó nuestra capacidad de responder a este virus mediante el uso de herramientas respaldadas por expertos en ciencia y salud pública».
La nueva orden no pide que la gente se quede en casa, y no hay requisitos, solo recomendaciones.
Los republicanos de Wisconsin, quienes controlan la legislatura, no han respondido a las recomendaciones hasta la madrugada del 11 de noviembre.
Otros estados y municipios también han tomado medidas recientemente para tratar de frenar la propagación del virus del PCCh.
El gobernador republicano de Utah, Gary Herbert, ordenó durante el fin de semana que la gente usara mascarillas y limitara las reuniones sociales casuales.
El gobernador demócrata de Nueva Jersey, Phil Murphy, anunció esta semana que estaba ordenando a todos los restaurantes, bares, clubes y lounges que cerraran sus áreas interiores todos los días desde las 10 p.m. hasta las 5 a.m. de la mañana siguiente. También prohibió el consumo en la barra, juegos y torneos interestatales para deportes juveniles en interiores.
«Este virus no ha desaparecido y representa la mayor amenaza para nosotros en muchos meses», dijo en una conferencia prensa.
El gobernador republicano de Maryland, Larry Hogan, ordenó reducir la capacidad de comer en espacios interiores al 50 por ciento, y teletrabajo obligatorio para los empleados del gobierno, así como un límite para las reuniones en interiores de 25 o menos.
La alcaldesa demócrata de Washington, Muriel Bowser, dijo que cualquier persona que visite el Distrito de Columbia debe hacerse la prueba antes de llegar, y si desean permanecer por más de tres días, deben hacerse la prueba mientras estén en la ciudad.
Asimismo, los residentes quienes viajan a cualquier lugar que no sea Maryland, Virginia o un estado o país de bajo riesgo deben limitar sus actividades externas y monitorearse durante dos semanas luego de su regreso, o limitar sus actividades hasta que se hagan la prueba del COVID-19 y reciban un resultado negativo.
El COVID-19 causa síntomas en algunos pacientes, como fiebre, escalofríos y pérdida del gusto y olfato. Un pequeño porcentaje de los infectados muere por la enfermedad.
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