El gobernador de Luisiana, Jeff Landry, anunció que solicitará al presidente Joe Biden declarar el estado de emergencia en Luisiana para acceder a la asistencia federal que, según afirma, es necesaria para fortalecer la respuesta estatal al reciente ataque con camioneta en Nueva Orleans y respaldar medidas de prevención contra posibles ataques futuros.
Landry realizó el anuncio en un comunicado el 6 de enero, el mismo día en que Biden se comprometió a proporcionar recursos federales adicionales al estado para asistir en su respuesta al ataque, aunque sin llegar a declarar la emergencia.
El día de Año Nuevo, 14 personas fallecieron y decenas resultaron heridas cuando el veterano del ejército estadounidense Shamsud-Din Jabbar arrolló con un camioneta a una multitud de personas que celebraban. El atacante murió en un enfrentamiento armado con la policía.
«Espero reunirme hoy con el presidente Biden para que apruebe rápidamente mi solicitud de Declaración Presidencial de Desastre», expresó Landry en el comunicado. «No es momento de titubear».
Landry solicitó inicialmente a Biden que declarara la emergencia en una carta fechada el 2 de enero, donde explicaba que la magnitud y complejidad del ataque habían sobrepasado la capacidad del estado para manejarlo sin ayuda federal.
«Mientras las fuerzas de seguridad locales y federales trabajan para descubrir detalles adicionales sobre el ataque, incluyendo el rastreo de artefactos explosivos improvisados y posibles amenazas a la seguridad, resulta crucial contar con apoyo federal adicional inmediato para proteger vidas, restablecer servicios esenciales y mitigar el riesgo de daños futuros», escribió Landry. «Esto es especialmente necesario considerando los importantes eventos que Nueva Orleans albergará en las próximas semanas».
Nueva Orleans espera más de un millón de visitantes para su temporada de Carnaval esta semana, con las festividades del Mardi Gras que comienzan el 6 de enero y el Super Bowl LIX el próximo mes. Ante la masiva afluencia de visitantes prevista en Nueva Orleans, el gobernador de Luisiana ha declarado el estado de emergencia, señalando que esto facilitará la extensa coordinación y las medidas de seguridad adicionales necesarias para proteger estos eventos de posibles amenazas.
Biden tenía previsto viajar a Nueva Orleans el 6 de enero para brindar consuelo a la comunidad tras el ataque mortal en Bourbon Street, en el histórico Barrio Francés de la ciudad. El presidente anunció el domingo que transmitiría un mensaje personal a las familias de las víctimas si lograba reunirse con ellas durante su visita.
El comunicado de Landry indica que planea reunirse con Biden durante la visita para insistir en la declaración de emergencia. El gobernador de Luisiana también solicitó la pronta confirmación de Kristi Noem, nominada por el presidente electo Donald Trump para secretaria de Seguridad Nacional.
«No debe haber ningún vacío en el liderazgo», afirmó Landry. «Tras los ataques de Bourbon Street y Las Vegas, la seguridad de nuestra nación depende de su rápida confirmación».
Las medidas de apoyo federal anunciadas por Biden para el estado incluyen la designación del Mardi Gras y el Super Bowl LIX como eventos de Evaluación Especial de Clasificación 1 (SEAR 1), equipos de detección de explosivos, evaluaciones de riesgos cibernéticos y seguridad aérea.
«La administración Biden-Harris ha determinado que estos importantes eventos requieren un amplio apoyo interinstitucional federal y utilizará todas las herramientas disponibles para complementar las capacidades locales con el fin de garantizar eventos seguros», indica el comunicado de Biden.
Las agencias federales, incluyendo el FBI y el Departamento de Justicia, coordinan la investigación. El 5 de enero, el FBI desplegó personal adicional en Nueva Orleans —incluyendo agentes especiales y técnicos en explosivos— y estableció un Centro de Asistencia Familiar para apoyar a las víctimas y sus familias, según el anuncio de Biden. La asistencia incluye alojamiento, ayuda financiera, intervención en crisis, servicios de salud mental in situ y programas de apoyo para la recuperación y sanación.
Previamente, en respuesta a una solicitud de Landry, la Administración de Pequeñas Empresas ofreció préstamos por desastre a negocios locales y organizaciones sin fines de lucro afectados por la tragedia. Según la agencia, estos préstamos buscan compensar las pérdidas económicas causadas por el ataque, proporcionando alivio financiero a los negocios directamente afectados o que sufren por la disminución del tráfico de clientes y las interrupciones.
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