MEREDITH, N.H.— Christian Moreno se estaba atragantando con un rollo de langosta en su primer concurso gastronómico cuando un hombre a un lado del escenario se dio cuenta de lo que estaba pasando y corrió a hacerle la maniobra de Heimlich. Resulta que era el gobernador de New Hampshire, Chris Sununu.
El vídeo muestra al gobernador levantando a Moreno de sus pies mientras le hace varias compresiones abdominales en el Festival del Marisco de Hampton Beach el domingo. Un paramédico intervino entonces y continuó con las compresiones hasta que se desprendió la comida. Moreno se recuperó rápidamente e incluso siguió comiendo.
El lunes dijo que estaba agradecido por la actuación del gobernador.
«No perdió tiempo en intervenir e intentar poner remedio a la situación y asegurarse de que los demás eran conscientes», dijo Moreno.
Sununu dijo que era la primera vez que realizaba la maniobra, también conocida como empuje abdominal.
«Me alegro de haber prestado atención en mi clase de salud de la escuela secundaria», dijo el gobernador republicano en un comunicado.
Moreno, de Nashua, fue uno de los seis concursantes que dispusieron de 10 minutos para comer todo lo que pudieran. Los rollitos se servían con lechuga y mayonesa ligera, y estaban repletos de langosta.
«Es el sueño de cualquier gourmet», dice Moreno. «Todos los rollitos de langosta que puedas comer hasta hartarte».
Pero cuando empezó a comer, le pareció que el taburete era demasiado alto para la mesa y se levantó. Acabó encorvado sobre la comida. Después de dos panecillos, ya tenía problemas.
«Me di cuenta de que estaba tan concentrado en cómo estaba sentado o de pie que no masticaba», explica. «Así que intenté lavarlo con un poco de agua y acabó atascándose. Así que intenté mantener la calma».
Moreno intentó golpearse en el pecho varias veces antes de darse la vuelta para indicar que necesitaba ayuda. No llevaba gafas y, al principio, no tenía ni idea de quién venía detrás. Calculó que, en total, había perdido unos dos minutos de competición.
«El paramédico me dio un golpecito y me dijo: ‘Oye, ¿vas a seguir? Y yo dije: Sí, estoy bien'», cuenta Moreno.
Acabó comiéndose nueve panecillos y quedó cuarto, mientras que el ganador se comió trece. La persona que estaba contando cuántos panecillos se había comido le dijo que podía presumir de ser la primera persona a la que el gobernador había hecho la maniobra de Heimlich.
«Y yo dije: ‘No puede ser. ¿Fue el gobernador?’ Guau», dijo Moreno.
Después del concurso, Moreno trabajó en su turno de noche habitual, en una instalación de procesamiento para el Servicio Postal de EE.UU. Admirador del campeón de salchichas Joey Chestnut, Moreno tenía grandes sueños y esperaba comerse al menos 20 panecillos.
Hambriento de redención, jura que volverá a la competición del año que viene.
Por Nick Perry y Kathy McCormack
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