La gobernadora de Iowa, Kim Reynolds, y la gobernadora de Alabama, Kay Ivey, han firmado leyes, sumándose así a otros estados que prohíben los pasaportes de la vacuna COVID-19 a nivel estatal.
Ivey firmó el lunes el proyecto de ley 267 del Senado (pdf), mientras que Reynolds firmó el expediente 889 de la Cámara de Representantes el 20 de mayo.
«Desde el desarrollo de la vacuna COVID-19, tanto el Dr. Harris como yo hemos dicho que no impondríamos vacunas en el estado de Alabama. Estoy a favor de una vacuna voluntaria, y al firmar este proyecto de ley, solo estoy consolidando aún más esa convicción», dijo la gobernadora Ivey en un comunicado.
La gobernadora Reynolds dijo el mes pasado que «se opone firmemente a los pasaportes de vacunas» y que le gustaría tomar medidas legislativas o ejecutivas.
Las dos leyes son similares. Ambas prohíben a las agencias estatales emitir identificaciones que muestren registros personales de vacunas. Ambas establecen además que ningún negocio o entidad gubernamental debe exigir una prueba de vacunación para permitir la admisión o proporcionar un servicio.
La versión de Iowa se dirige específicamente a los pasaportes de vacunas relacionados con el COVID-19, mientras que la versión de Alabama parece no limitarse al COVID-19, indicando únicamente «inmunizaciones» o «vacunas».
Iowa exige además que «las subvenciones o contratos financiados con ingresos estatales no se concedan o renueven con respecto a una empresa o entidad gubernamental» que infrinja la ley. La versión de Alabama no prevé ningún mecanismo de castigo.
Los estados han tomado dos caminos para contrarrestar los pasaportes de vacunas, ya sea mediante órdenes ejecutivas o una legislación.
Los gobernadores de Texas, Idaho, Arizona, Dakota del Sur, Montana, Carolina del Sur y Wyoming han emitido órdenes ejecutivas para prohibir los pasaportes de vacunas COVID-19.
Utah, Arkansas, Carolina del Sur y Dakota del Norte han aprobado leyes para abordar la cuestión.
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, emitió primero una orden ejecutiva a principios de abril y luego firmó un ley en mayo para prohibir los pasaportes de vacunas.
Los sistemas de pasaportes de vacunas han sido criticados recientemente por las preocupaciones sobre la seguridad de los datos, las libertades individuales, la privacidad de la atención médica y la división de la sociedad en clases.
Mientras tanto, Hawái, Nueva York y algunas partes de California han puesto en marcha programas de pasaportes digitales que rastrean las pruebas y el estado de vacunación contra el virus del PCCh (Partido Comunista Chino).
La semana pasada, la Administración Biden reiteró que el gobierno federal no implementará ni apoyará un sistema de pasaportes de vacunación, sugiriendo que el asunto se dejará en manos de empresas privadas y autoridades locales.
Con información de Jack Phillips.
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