La administración Biden concederá 623 millones de dólares en subvenciones para la construcción de una red de recarga de vehículos eléctricos (VE) en todo Estados Unidos, según anunciaron las autoridades el 11 de enero.
Las subvenciones financiarán 47 proyectos de infraestructura de recarga de vehículos eléctricos y combustibles alternativos en 22 estados y Puerto Rico, incluida la construcción de 7500 puertos de recarga de vehículos eléctricos.
«Estados Unidos lideró la llegada de la era del automóvil, y ahora tenemos la oportunidad de liderar el mundo en la revolución de los vehículos eléctricos, asegurando puestos de trabajo, ahorros y beneficios para los estadounidenses en el proceso», dijo el Secretario de Transporte Pete Buttigieg en un comunicado. «Esta financiación ayudará a garantizar que los cargadores de VE sean accesibles, fiables y cómodos para los conductores estadounidenses, al tiempo que se crean puestos de trabajo en la fabricación, instalación y mantenimiento de cargadores para los trabajadores estadounidenses».
Las subvenciones procederán del Programa de Subvenciones Discrecionales para Infraestructuras de Carga y Abastecimiento de 2500 millones de dólares creado en virtud de la Ley de Inversión en Infraestructuras y Empleo, comúnmente conocida como «Ley Bipartidista de Infraestructuras».
«Todas las comunidades del país merecen tener acceso a un transporte limpio, cómodo y fiable», declaró la Secretaria de Energía, Jennifer Granholm. «La Administración Biden-Harris está llevando una red de recarga accesible y hecha en América a miles de comunidades, al tiempo que reduce la contaminación por carbono que está provocando la crisis climática».
El objetivo de la Administración es construir al menos 500,000 estaciones de recarga de vehículos eléctricos a disposición del público para 2030 y que al menos dos tercios de todos los vehículos nuevos vendidos en Estados Unidos sean eléctricos para 2032.
Expectativas moderadas
El anuncio de las subvenciones coincidió con la noticia de que el gigante del alquiler de coches Hertz venderá unos 20,000 VE —un tercio de su flota eléctrica— para comprar vehículos de gas.
En su declaración del 11 de enero ante la Comisión del Mercado de Valores de EE.UU., la empresa aducía el aumento de los costes por colisiones y daños y el descenso de la demanda como motivos de la venta.
«La empresa espera que esta acción equilibre mejor la oferta con la demanda prevista de vehículos eléctricos. Esto posicionará a la Compañía para eliminar un número desproporcionado de alquileres de menor margen y reducir los gastos por daños asociados a los VE».
La medida supone un retroceso respecto al objetivo anterior de la empresa de electrificar una cuarta parte de su flota para finales del 2024.
También refleja una tendencia más amplia de pérdida de confianza en el mercado de los vehículos eléctricos.
Según una encuesta reciente de KPMG, la penetración de los vehículos eléctricos no fue tan rápida como los ejecutivos del sector habían previsto.
«Hace apenas un año, los ejecutivos estaban entusiasmados con las perspectivas de transformación de la industria con nuevos tipos de coches. Ahora, siguen siendo optimistas, pero se muestran más sobrios sobre lo difícil que será gestionar la transición y preservar o aumentar los beneficios», según la encuesta.
«Los motivos de preocupación son claros. Las empresas hicieron grandes apuestas por la propulsión eléctrica y están cada vez más preocupadas por los vientos en contra a corto plazo que podrían posponer los beneficios. Aunque está llegando al mercado una avalancha de nuevos modelos de VE, la demanda se debilitó y algunos actores pueden verse sometidos a una presión extrema a medida que se intensifica la competencia».
China a cargo
Los vehículos eléctricos también fueron tema de debate en el Capitolio, donde la Comisión de Energía y Recursos Naturales del Senado profundizó en las implicaciones geopolíticas de una conversión masiva a los VE.
El senador republicano Josh Hawley, dirigiéndose al Subsecretario de Energía, David Turk, señaló que China acapara actualmente el mercado de la producción de vehículos eléctricos, incluida la fabricación de las baterías de iones de litio que requieren.
«Sin embargo, su administración, la administración de este presidente, los mandatos que puso en marcha requieren que dos tercios de nuestras ventas de vehículos nuevos en tan sólo los próximos ocho años —dos tercios de ellos— sean vehículos eléctricos. Sus políticas nos están poniendo a nosotros y a nuestras cadenas de suministro en manos de nuestro mayor enemigo geoestratégico», dijo el senador, preguntándose cómo puede ser eso bueno para el pueblo estadounidense.
El Sr. Turk subrayó que la administración está trabajando para «diversificar» la cadena de suministro, de modo que Estados Unidos no dependa de China para la producción de VE.
Pero el Sr. Hawley señaló que la administración Biden «reinterpretó» la Ley de Reducción de la Inflación para permitir que las empresas chinas se beneficien de los créditos fiscales para los fabricantes de VE, una autorización que el Congreso prohibió expresamente en el texto.
«Ahora, el dinero de los contribuyentes estadounidenses está literalmente subvencionando a los fabricantes chinos de baterías», dijo. «¿Por qué querríamos hacer eso? ¿Por qué querríamos no sólo dar a nuestro adversario nuestras cadenas de suministro y nuestros puestos de trabajo, sino pagarles para que nos los quiten? ¿Por qué tiene sentido?».
«No estoy en absoluto de acuerdo con eso», dijo Turk, señalando que «sólo 13 modelos» pueden acogerse actualmente a la desgravación fiscal.
«Todo esto es aplicar la legislación que se aprobó», añadió.
Con información de Naveen Athrappully, Kevin Stocklin y The Associated Press.
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