El Gobierno de Biden anunció el jueves planes para impedir que las deudas médicas afecten negativamente las puntuaciones de crédito de millones de estadounidenses.
La Vicepresidenta Kamala Harris esbozó la propuesta, declarando a los periodistas que más de 100 millones de estadounidenses tienen deudas médicas sin pagar, afirmando que «perjudicaron las puntuaciones de crédito de la gente».
Harris anunció la propuesta junto a Rohit Chopra, director de la Oficina de Protección Financiera del Consumidor (CFPB), encargado de elaborar la nueva normativa.
«Nadie en nuestro país debería tener que endeudarse para obtener la atención sanitaria de calidad que necesita», dijo Harris, quien señaló que esta creencia también la tiene el presidente Joe Biden.
La normativa propuesta, si se promulga, constituiría una de las medidas federales más importantes adoptadas para abordar el problema de las deudas médicas.
La norma propuesta por la CFPB prohibirá que las deudas médicas y los datos de cobro se incluyan en los informes de los consumidores utilizados por los acreedores para tomar decisiones crediticias, y los acreedores no podrán utilizar las deudas médicas a la hora de evaluar a las personas para la concesión de préstamos.
Sin embargo, según la norma propuesta, los acreedores seguirían teniendo acceso a la información sobre facturas médicas para fines tales como confirmar la necesidad de indulgencias médicas o evaluar las solicitudes de préstamos para gastos médicos.
«Sabemos que las puntuaciones de crédito determinan si una persona puede tener salud económica y bienestar, y mucho menos la capacidad de hacer crecer su patrimonio».
Estas medidas, afirmó Harris, mejorarán significativamente la puntuación crediticia de millones de estadounidenses, abriéndoles oportunidades de progreso financiero.
«Por ejemplo», añadió, «más gente podrá optar por un préstamo para comprar un carro. En lugar de coger tres autobuses para ir al trabajo, podrán conducir ellos mismos. Más gente trabajadora podrá optar a una hipoteca de vivienda de un banco local en lugar de seguir pagando alquiler o recurrir a un prestamista depredador».
«Esa vivienda, a su vez, les ayudará a transmitir riqueza intergeneracional», prosiguió. «Y será más fácil para los emprendedores obtener un préstamo y abrir un pequeño negocio, lo que sabemos que beneficia a la economía de comunidades enteras».
Es probable que la medida de restringir la información crediticia y el cobro de deudas por parte de hospitales y otros proveedores de servicios médicos encuentre la oposición de las partes interesadas del sector.
El desarrollo de las nuevas normas puede requerir algún tiempo, ya que los funcionarios de la administración sugirieron que no estarán finalizadas hasta el próximo año.
Alrededor del 20 por ciento de los estadounidenses reconocieron tener deudas médicas, lo que equivale a unos 66 millones de personas, según un informe del CFPB del 2022.
El análisis anterior del CFPB encontró que los datos de facturación médica en los informes de crédito son menos confiables para predecir el reembolso futuro en comparación con las obligaciones de crédito tradicionales. Esto se debe a errores e imprecisiones comunes, agravados por problemas como disputas de seguros y prácticas de facturación complejas.
«La investigación muestra que las facturas médicas tienen poco valor predictivo en las decisiones de crédito, sin embargo, decenas de millones de hogares estadounidenses están lidiando con la deuda médica en sus informes de crédito», dijo Chopra. «Cuando alguien se enferma, debería poder concentrarse en mejorarse, en lugar de luchar contra los cobradores de deudas que intentan extorsionarlos para que paguen facturas que tal vez ni siquiera deban».
Además, la CFPB, creada en respuesta a la crisis financiera del 2008, se enfrenta a desafíos, incluidas las posibles amenazas a su futuro planteadas por un caso de la Corte Suprema que cuestiona los poderes regulatorios federales.
La CFPB señala que la Ley de Informes de Crédito Justos restringe la utilización por parte de los acreedores de datos médicos para tomar decisiones crediticias y establece límites a la incorporación de información médica en los informes de crédito.
Aparte de las deudas médicas, los estadounidenses, en su mayoría de entre 18 y 39 años, también están lidiando con las deudas de las tarjetas de crédito.
El aumento del costo de la vida está empujando a más estadounidenses a depender de las tarjetas de crédito, lo que llevó a un hito histórico con la deuda de tarjetas de crédito de EE.UU. superando recientemente el billón de dólares.
El aumento del uso de las tarjetas de crédito suele ser señal de problemas financieros, como el retraso en el pago de las facturas.
Sorprendentemente, muchos estadounidenses evitan hablar de sus problemas con las tarjetas de crédito, y una encuesta de Bankrate reveló que el 15 por ciento gasta más de la cuenta sin la aprobación de su pareja, mientras que el 9 por ciento tiene deudas de tarjetas de crédito no declaradas. Las tasas de morosidad están aumentando, y el 43 por ciento sólo realiza los pagos mínimos mensuales.
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