El gobierno del Reino Unido rechazó los llamados para reintroducir restricciones a la población con motivo de COVID-19, afirmando que el número de ingresos y muertes en los hospitales es mucho menor que a principios de este año.
Matthew Taylor, director ejecutivo de la Confederación del Servicio Nacional de Salud (NHS), que representa a todo el sistema sanitario de Inglaterra, Gales e Irlanda del Norte, instó el martes al gobierno a poner en marcha el llamado «Plan B«, una estrategia de respaldo que incluye medidas como pasaportes de vacunación y el uso obligatorio de mascarillas en lugares públicos.
«Es hora de que el Gobierno ponga en marcha el Plan B de su estrategia sin demora, porque sin una acción preventiva, corremos el riesgo de tropezar con una crisis invernal», dijo. «Además, los responsables de la salud tienen que entender lo que supondría un ‘Plan C’ si estas medidas son insuficientes».
Sin embargo, el secretario de Estado de Economía, Kwasi Kwarteng, declaró el miércoles en el programa BBC Breakfast que la vuelta a la normalidad sería «muy dura» y que el Gobierno no «observa que este sea el momento de un plan B».
Las discusiones sobre más cierres o restricciones a las vacaciones fueron «completamente inútiles», dijo Kwarteng a Sky News.
A pesar del aparente aumento de casos, añadió, «lo crítico» son las hospitalizaciones y las muertes. «Gracias a Dios, esas cifras son mucho, mucho más bajas de lo que eran, ciertamente, a principios de año».
El profesor Stephen Reicher, miembro del Grupo de Conocimiento Científico de la Pandemia sobre el Comportamiento, que contribuye al Grupo de Asesoramiento Científico para Emergencias (SAGE) del gobierno, dijo que no se podía descartar la perspectiva de nuevos cierres.
Sin embargo, Kwarteng declaró a Sky News que «descartaría» un nuevo cierre.
«A lo largo de este proceso, hubo gente que dijo que el confinamiento era innecesario, hubo otra gente que dijo que deberíamos continuar con el confinamiento», dijo, añadiendo que el gobierno del Reino Unido «trazó un camino entre esos dos extremos».
El Reino Unido «tiene la economía de más rápido crecimiento del G-7» gracias al éxito del gobierno en el despliegue de la vacunación y la reapertura de la economía.
Downing Street, la residencia oficial del primer ministro británico Boris Johnson, dijo el martes que el gobierno no tenía «ningún plan» para utilizar las medidas de contingencia establecidas en su estrategia para contener el virus del PCCh (Partido Comunista Chino) durante la temporada de invierno.
«Hay una serie de factores diferentes que jugarían en esa decisión», dijo el portavoz oficial del primer ministro.
«En gran medida se requeriría cuando hubiera un riesgo significativo de que el Servicio Nacional de Salud se viera desbordado. No estamos en ese punto», añadió.
Con información de The Associated Press (PA).
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