El Gobierno denunció este lunes en la noche que «grupos radicales» afines al expresidente Evo Morales han provocado hechos de violencia que ya dejan 23 heridos, para boicotear la reunión de las organizaciones sociales cercanas al mandatario de Bolivia, Luis Arce.
El ministro de Gobierno (Interior) de Bolivia, Eduardo del Castillo, informó esta noche en una rueda de prensa que en el Trópico de Cochabamba, bastión político y sindical de Morales, se han registrado «emboscadas» y «bloqueos» y que, incluso, algunas personas han denunciado que fueron secuestradas y torturadas.
«Todo el pueblo boliviano sabe quién está dirigiendo este tipo de bloqueo, este amedrentamiento (…) lamentablemente está siendo digitado por una exautoridad», dijo en referencia a Morales.
El ministro también mostró en una pantalla imágenes de los puntos de asedio, de las redes sociales de Morales y de videos de las personas que responsabilizan al expresidente de las agresiones.
Además, señaló que en los bloqueos se han registrado «al menos 23 personas heridas, una de ellas fue secuestrada y fue torturada brutalmente en el Trópico de Cochabamba».
Del Castillo lamentó que «grupos radicales» se organicen «para agredir» a las personas que «en alguna oportunidad votaron» por Morales.
Reiteró que «pese a estas acciones antidemocráticas el día de mañana está garantizada la participación del pueblo boliviano en este gran cabildo de las organizaciones sociales».
El llamado Pacto de Unidad, que aglutina a organizaciones y gremios indígenas y sociales oficialistas, convocó para este 17 de octubre en la ciudad de El Alto, contigua a La Paz, a una reunión para fijar su posición sobre las decisiones que se tomaron en el reciente congreso del gobernante MAS, al que no asistieron por considerarlo «ilegal» y que no los representaba.
Arce y el vicepresidente del país, David Choquehuanca, no asistieron al encuentro del Movimiento al Socialismo (MAS) alegando que las organizaciones sociales que son la base del partido no estaban debidamente representadas, lo que fue asumido por la facción de Morales como una «autoexpulsión».
En el congreso, que se celebró hace dos semanas, Morales fue ratificado como candidato «único» para las presidenciales de 2025 y en respuesta los sectores afines a Arce convocaron a un mitin para definir su posición frente a las decisiones del partido oficialista.
Según las denuncias presentadas por el ministro, personas afines a Morales han atacado buses que trasladan a miembros de las diferentes organizaciones sociales que tienen previsto asistir a la reunión.
Más temprano, el viceministro de Seguridad Ciudadana, Roberto Ríos, reveló varios audios presuntamente de cocaleros del Trópico sobre un bloqueo en la carretera Santa Cruz-Cochabamba para impedir que los «renovadores», afines a Arce, lleguen a la cita del Pacto de Unidad.
El Gobierno también anunció que se desplegaron «más de 980 efectivos policiales», entre otras medidas, para evitar «disturbios» en la concentración a la que asistirán también Arce y Choquehuanca.
Del Castillo también dijo más temprano que los que «se autodenominan ‘evistas'» o afines a Morales, líder del MAS, «están buscando luto y muerte».
«Les pedimos públicamente a los sectores ‘evistas’ que dejen de lado sus intenciones violentas. El pueblo boliviano no quiere más luto ni más enfrentamientos», enfatizó.
Arce y Morales están distanciados en medio de las tensiones internas en el oficialismo que comenzaron a finales de 2021 ante los pedidos del exmandatario de cambiar a algunos ministros que el presidente ignoró.
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