Los funcionarios de la administración de Biden volvieron a afirmar el domingo que Rusia podría atacar Ucrania pronto y que el Kremlin podría crear un pretexto sorpresa para una invasión, aunque Moscú negó las acusaciones.
“No podemos predecir perfectamente el día, pero ahora hemos estado diciendo desde hace un tiempo que estamos en ese periodo, y que podría comenzar una invasión–podría comenzar una gran acción militar–por parte de Rusia en Ucrania en cualquier momento”, dijo Jake Sullivan, asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca a CNN el domingo, repitiendo una afirmación que hizo durante una conferencia de prensa el viernes.
Sullivan dijo que Moscú podría considerar atacar a su vecino europeo antes del 20 de febrero o antes de que terminen los Juegos Olímpicos de Invierno en Beijing. El funcionario no proporcionó una prueba específica para corroborar su afirmación.
Para explicar su argumento a favor de los planes de Moscú de una invasión inminente, Sullivan dijo que Rusia ha «construido» y «maniobrado» sus fuerzas de una manera particular alrededor de Ucrania. “Estamos preparados para continuar trabajando en la diplomacia, pero también estamos preparados para responder de manera unida y decisiva con nuestros aliados y socios en caso de que Rusia proceda”, dijo.
Sullivan dijo que Washington continuaría compartiendo inteligencia con el mundo para negarle a Moscú la capacidad de organizar una operación sorpresa de “bandera falsa” que podría ser un pretexto para un ataque.
En una entrevista con «Fox News Sunday», se le preguntó al portavoz del Pentágono, John Kirby, sobre un artículo de Politico que afirmaba que Rusia comenzaría su invasión el 16 de febrero.
“No estoy en condiciones de confirmar esa información”, dijo Kirby. “Queremos tener cuidado al hablar públicamente sobre inteligencia, fuentes, métodos y ese tipo de cosas. Lo que puedo decirles [es que]… creemos que podría ocurrir una acción militar importante en cualquier momento”, continuó.
En comentarios al medio de comunicación ruso Tass, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo que tales acusaciones son “vacías e infundadas” y sirven como una estratagema para aumentar las tensiones. Sin embargo, Peskov dijo que Rusia no descarta lo que describió como provocaciones destinadas a justificar esas acusaciones.
La portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, Maria Zakharova, acusó el sábado a algunos funcionarios del gobierno de Estados Unidos de conspirar con los grandes medios de comunicación estadounidenses para iniciar una histeria. Zakharova dijo que Estados Unidos podría estar intentando provocar a Rusia.
El sábado, el presidente ruso, Vladimir Putin, habló por teléfono con el presidente Joe Biden. El Kremlin dijo que Putin le dijo a Biden que Washington no había tenido en cuenta las principales preocupaciones de Rusia y que no había recibido una «respuesta sustancial» sobre los elementos clave de sus demandas de seguridad.
Ese mismo día, Washington ordenó a la mayoría de su personal que abandonara la embajada en Kiev, ya que se instó a los ciudadanos estadounidenses a abandonar Ucrania de inmediato. Otros países europeos también han reducido su personal en Ucrania, al tiempo que les dicen a sus ciudadanos que huyan.
“El camino diplomático sigue abierto. La forma en que Moscú puede demostrar que quiere seguir ese camino es simple. Deberíaapaciguar, en lugar de escalar”, dijo el secretario de Estado de EE. UU., Anthony Blinken, luego de mantener conversaciones el sábado con aliados asiáticos.
A partir de 2014, las fuerzas rusas capturaron la península de Crimea en Ucrania y también han estado financiando a los rebeldes separatistas en la región de Donbas. En los últimos meses, Rusia ha colocado más de 100,000 soldados a lo largo de sus fronteras con Ucrania y ha llevado a cabo ejercicios militares en Bielorrusia, aliada de Moscú.
Con información de Reuters.
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