El gobierno de Biden ha intensificado su ofensiva contra las llamadas «armas fantasma» publicando una guía que básicamente amplía la definición de lo que significa «fácilmente convertible» en una nueva norma federal y sometiendo a restricciones un mayor número de piezas de pistolas caseras.
En una carta abierta a los comerciantes de armas de fuego (pdf) con fecha del 27 de diciembre, la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF, por sus siglas en inglés) informó a los vendedores de armas de fuego que los armazones de pistolas casi completos (básicamente, el mango y el mecanismo de disparo) recibirán el mismo trato que las armas de fuego completas.
Norma sobre armas fantasma
Los vendedores de armas de fuego que venden armazones de pistolas casi completos —a menudo en forma de kits que pueden convertirse con relativa facilidad en armas caseras imposibles de rastrear— se vieron afectados por la nueva norma en agosto, que exigía que los armazones que pudieran «convertirse fácilmente» en armas plenamente operativas estuvieran sujetos a la misma normativa que las armas de fuego tradicionales.
La normativa de agosto, bautizada como regla de las armas fantasma, establecía que los kits que contuvieran armazones o receptores parcialmente completos, además de herramientas e instrucciones de montaje, estaban sujetos a requisitos de licencia, verificación de antecedentes y serialización.
Pero la ambigüedad en torno a la definición de la palabra «fácilmente» en la normativa significaba que algunos vendedores seguían vendiendo armazones y receptores casi completos sin serializar como productos independientes, mientras que los componentes adicionales necesarios para finalizar su fabricación casera se ofrecían por separado o a través de terceros.
Tal era el argumento esgrimido en una carta de octubre (pdf) por una docena de legisladores demócratas a la ATF y al Departamento de Justicia, en la que se afirmaba que varias empresas fantasma de armas seguían vendiendo armazones y receptores sin serializar interpretando el término «fácilmente» de un modo que equivalía a una laguna jurídica.
«La regla final, sin embargo, es clara e inequívoca: un marco o armazón casi completo es un arma de fuego», escribieron los legisladores.
«La regla no cubre solo los marcos y armazones que se venden como parte de un kit, sino también los marcos y armazones que se pueden completar fácilmente», continuaron, instando a la ATF a emitir una guía de aplicación que básicamente amplíe la definición de lo que significa que los componentes de la pistola se consideren «fácilmente convertidos» en un arma de fuego funcional.
Pidieron a la ATF y al Departamento de Justicia que consideren que un armazón o receptor casi terminado es «fácilmente convertible» no solo cuando se vende como parte de un kit que contiene elementos como plantillas, moldes y herramientas para el montaje, sino también cuando ese equipo auxiliar está a disposición del público en general.
En particular, instamos al Departamento y a la ATF a que confirmen que la forma en que la ATF revisa la naturaleza «fácilmente convertible» de un marco o armazón casi completo no se limitará a qué herramientas, equipos e instrucciones se incluyen en la misma venta o distribución de la pieza vendida, sino que se basará en las herramientas, equipos e instrucciones que están fácilmente disponibles para el público en general, incluidos los que se pueden obtener fácilmente en internet a través de terceros», escribieron los legisladores.
La ATF se mostró de acuerdo y, al publicar las nuevas directrices, la agencia deja claro que a partir de ahora exigirá que los armazones de las armas de fuego pertinentes tengan números de serie y sean vendidos por distribuidores autorizados que lleven a cabo comprobaciones de antecedentes, al igual que ocurre con las armas completamente terminadas.
«La carta abierta de hoy es otro paso importante en la implementación de la norma crucial de seguridad pública relativa a las armas de fuego de fabricación privada, o armas fantasmas», dijo el director de la ATF, Steven Dettelbach, en un comunicado de prensa. «Las armas fantasma pueden matar como otras armas de fuego si están en las manos equivocadas, por lo que la ley las trata como armas de fuego».
Según las observaciones explicativas de la Regla sobre las armas fantasma publicada en el Registro Federal, desde principios de 2016 hasta finales de 2021, hubo alrededor de 45,000 armas fantasma caseras recuperadas por las fuerzas policiales de posibles escenas del crimen, incluidos 692 homicidios o intentos de homicidio.
Antes de regular las «armas fantasma», hay que hacer cumplir las leyes vigentes
Varios miembros y exmiembros de las fuerzas policiales declararon a The Epoch Times que la proliferación de armas fantasma en las escenas del crimen es un problema, pero que no ser lo suficientemente duros con los delincuentes reincidentes en virtud de las leyes actuales es un problema mucho mayor.
«Si vamos a invertir energía en la lucha contra la delincuencia, deberíamos invertirla en sacar de las calles a los delincuentes reincidentes», declaró Al Maresca, ayudante del sheriff del distrito de Maryland, a The Epoch Times en una entrevista anterior.
«Los delincuentes en posesión de armas ya es algo ilegal, las compras ilegales ya son ilegales… Hay muchas otras leyes en vigor en las que podríamos centrar nuestros esfuerzos», añadió.
Roberto Alaniz, sargento recientemente jubilado del Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD), declaró a The Epoch Times que es poco probable que centrarse en las armas fantasma haga mella en la delincuencia violenta.
«Para mí, no importa si el arma es un ‘arma fantasma’ o no, es un arma, y en el momento en que empiezas a usarla para robar o matar, deberías tener consecuencias», dijo Alaniz, añadiendo que regular las armas de fuego de fabricación privada es como entrar en un «nicho de mercado», en lugar de centrarse en el «mercado principal» de la violencia relacionada con las armas.
«Deberíamos castigar las conductas delictivas, no las herramientas, para reducir la delincuencia», dijo.
Contra la Constitución
Mientras tanto, algunos críticos de las normas que restringen las armas de fabricación casera argumentan que tales regulaciones van en contra de la Constitución.
«La Constitución no autoriza al gobierno federal a impedir que uno fabrique su propia arma de fuego. Este es un hecho reconocido desde hace más de 200 años», dijo el representante Thomas Massie (R-Ky.), uno de los críticos, en un mensaje en Twitter.
Dudley Brown, presidente de la Asociación Nacional por los Derechos de las Armas, también concluyó que la medida atenta contra los derechos de los estadounidenses.
El gobierno de Biden «se está inventando normas inconstitucionales de control de armas que no puede aprobar en el Congreso», dijo Brown en un comunicado.
«California ya tiene esta prohibición y, como todos los controles de armas, no logró detener un tiroteo reciente porque solo restringe a los propietarios de armas respetuosos con la ley, no a los delincuentes», añadió.
El senador John Kennedy (R-La.) adoptó un ángulo similar, escribiendo en las redes sociales que las leyes de armas adicionales que restringen la Segunda Enmienda «no harán que nuestras ciudades sean más seguras».
«Necesitamos castigar a los criminales, no criminalizar a los propietarios de armas que respetan la ley», dijo.
Con información de Cara Ding y Zachary Stieber.
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