La Casa Blanca ha anunciado planes para invertir mil millones de dólares en producir y hacer ampliamente disponible pruebas rápidas caseras para el virus del Partido Comunista Chino (PCCh), que causa la enfermedad COVID-19.
Esto se produce días después de que la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) otorgó la autorización de uso de emergencia para la prueba casera ACON Laboratories Flowflex COVID-19–una nueva prueba rápida de antígenos que se puede comprar sin receta.
El consejero del presidente Jeffrey Zients dice que la cantidad de pruebas disponibles cada mes en todo el país ahora se cuadruplicará a 200 millones a partir de diciembre.
«Continuaremos tirando de todas las palancas, como lo hemos hecho a lo largo de la respuesta a la pandemia, en las pruebas para expandir la producción de fabricación de pruebas con el fin de hacer que las pruebas estén aún más disponibles y reducir el costo de las pruebas», dijo el Equipo de Respuesta COVID-19 de la Casa Blanca durante una conferencia de prensa el miércoles.
Zients dice que el gobierno federal promete comprar pruebas para distribuirlas en los centros de salud comunitarios, despensas de alimentos y otras ubicaciones, y también invertirá en el sector de las pruebas para que haya más pruebas disponibles para la compra minorista. Él dice que cree que la prueba ACON se venderá a menos de USD 10 por prueba.
Zients no dijo a qué compañías irían los contratos, pero además de mencionar a ACON, dijo que las compañías Quidel y OraSure se han comprometido a expandir aún más la producción de sus pruebas.
El Departamento de Defensa también anunció esta semana que su agencia de logística se adjudicó seis contratos con un valor combinado de más de USD 2780 millones para 150 millones de pruebas caseras y 400 millones de kits de prueba COVID-19 en el lugar de atención.
Estas últimas inversiones se suman a los USD 200 millones que la administración destinó a las pruebas en septiembre, realizando compras a Abbott Laboratories y Celltrion Inc. para enviar las pruebas a los hogares de ancianos y otras poblaciones de alto riesgo.
Las pruebas rápidas caseras se han agotado rápidamente desde que salieron al mercado a principios de este año. Zients reconoció el 1 de octubre que las pruebas rápidas caseras tienen «mucha demanda» y prometió que la fabricación aumentaría y se duplicaría en los próximos meses.
Zients también dijo el miércoles que la Administración de Biden aumentará el número de farmacias que ofrecen pruebas gratuitas de COVID-19 a través de un programa federal a 20,000 en todo el país, un aumento de las 10,000 prometidas en septiembre.
El presidente Joe Biden anunció en septiembre planes para exigir pruebas semanales para trabajadores no vacunados en empresas con más de 100 empleados.
El número promedio de casos diarios de COVID-19 en todo el país se redujo en un 12 por ciento durante los últimos siete días a poco menos de 98,000, y las hospitalizaciones disminuyeron un 14 por ciento a alrededor de 7400, dijo la directora de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), la Dra.Rochelle Walensky, durante una conferencia.
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