La administración Biden ha aprobado silenciosamente planes para construir una nueva terminal de petróleo crudo en el Golfo de México frente a Texas, aparentemente en contradicción con la agenda climática del presidente.
La Administración Marítima del Departamento de Transporte aprobó el lunes la solicitud (pdf) para la Terminal Petrolera del Puerto Marítimo de Enterprise, una de las cuatro terminales propuestas para la exportación de petróleo en alta mar.
Según la solicitud, el puerto estará ubicado frente a la costa de Freeport, Texas. Tendrá una capacidad de almacenamiento de 4.8 millones de barriles y agregará 2 millones de barriles por día a la capacidad de exportación de petróleo de EE.UU.
En su decisión de 94 páginas (pdf), la Administración Marítima dijo que había aprobado la solicitud porque la construcción y operación del puerto es “de interés nacional y es consistente con otras metas y objetivos normativos”.
“La construcción y operación del Puerto es de interés nacional porque el Proyecto beneficiará el empleo, el crecimiento económico y la resiliencia y seguridad de la infraestructura energética de Estados Unidos”, escribió la administración. “El puerto proporcionará una fuente confiable de petróleo crudo a los aliados de EE.UU. en caso de una interrupción del mercado y tendrá un impacto mínimo en la disponibilidad y el costo del petróleo crudo en el mercado interno de Estados Unidos”.
Protestas por el proyecto de la terminal petrolera
La decisión establece que el proyecto ampliará una terminal existente operada por Enterprise Crude Houston, ubicada en Houston, y generará 62 empleos permanentes durante 30 años. Además, se crearán 1400 empleos temporales en la construcción, y la mayoría de la fuerza laboral se contratará de fuentes laborales existentes en Texas y Louisiana, según la solicitud.
La Agencia de Protección Ambiental de EE.UU. emitió silenciosamente su aprobación (pdf) al proyecto en octubre, pero subrayó que “se necesita más énfasis para garantizar que las consideraciones de justicia ambiental y cambio climático se incluyan en el proyecto para la protección a las comunidades sobrecargadas”.
Las protestas estallaron poco después en la costa del Golfo, informó The Texas Tribune. Activistas del clima se manifestaron condenando la medida y señalaron el hecho de que el presidente Joe Biden ha dado prioridad a cuestiones como el cambio climático y los incentivos a las energías limpias durante su mandato. Biden se ha comprometido a reducir las emisiones de carbono en un 50 por ciento para 2030.
Este mes, antes de la conferencia climática de la ONU en Egipto, la Casa Blanca dijo que Biden estaba listo para “anunciar nuevas iniciativas para fortalecer el liderazgo de Estados Unidos en la lucha contra la crisis climática e impulsar la acción y los compromisos mundiales», y que Estados Unidos está «actuando para liderar un futuro de energía limpia que aproveche las fuerzas del mercado, la innovación tecnológica y las inversiones para hacer frente a la crisis climática”.
“Alto nivel de hipocresía del presidente Biden”
Greenpeace no tardó en arremeter contra la decisión del gobierno de Biden respecto a la nueva terminal petrolera, afirmando que la nueva terminal «emitiría más de 300 millones de toneladas de dióxido de carbono cada año, contaminando el aire y el agua de los condados de Brazoria y Harris en Texas, al tiempo que crearía graves amenazas para la salud de todos los que viven allí”.
“Es una hipocresía máxima que el presidente Biden y el secretario [de Transporte] Pete Buttigieg acorten la mecha de la bomba de carbono más grande del mundo al dar luz verde a terminales de exportación de petróleo adicionales justo después de dar una conferencia al mundo sobre el aumento de las ambiciones climáticas en la COP27”, añadió la red independiente de campañas mundiales.
La aprobación de la Terminal Petrolera del Puerto Marítimo facilitaría la carga segura y eficiente a largo plazo de grandes cargueros de crudo y, al mismo tiempo, reduciría los costos de transporte de petróleo y reduciría los riesgos de colisión de barcos, entre otras cuestiones, según los funcionarios.
En una declaración separada, Kelsey Crane, principal defensora de políticas de Earthworks, una organización nacional destinada a poner fin a la contaminación por extracción de petróleo y gas, dijo: “El presidente Biden no puede liderar la lucha contra el cambio climático, la protección de la salud pública o la defensa de la justicia ambiental mientras permite simultáneamente que las empresas de combustibles fósiles aseguren décadas de extracción de combustibles fósiles”.
The Epoch Times se ha puesto en contacto con el Departamento de Transporte en busca de comentarios.
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