El Gobierno de Perú anunció este miércoles que ha culminado el contrato con la empresa privada encargada de la compra de entradas a Machu Picchu tras los paros y protestas de pobladores que se oponían a este nuevo modelo y que han mantenido cerrado el acceso al monumento seis días.
«Estamos aceptando la propuesta que nos ha hecho la empresa para culminar de manera anticipada, pero hay que resaltar que hay que darle continuidad al servicio, que tanto el Gobierno Regional de Cuzco, como el Ministerio de Cultura están garantizando el servicio, para tener el salto a la transición a la nueva plataforma», dijo la ministra de Cultura, Leslie Urteaga, en la emisora Exitosa.
Anunció que la venta de entradas será ahora gestionada por una nueva plataforma digital impulsada por la Presidencia del Consejo de Ministros, y que no habrá «ningún tipo de privatización» en la venta de entradas.
La ministra explicó que este martes por la tarde y hasta horas de la noche se reunieron miembros del Ejecutivo, distintas autoridades regionales y locales y representantes de gremios turísticos, y emitieron un comunicado en el que se confirma esta decisión.
Además, acordaron mantener la venta de 1000 entradas de forma presencial en el propio pueblo de Machu Picchu, a petición de los pobladores
E indicó que con esta decisión el paro se suspenderá este mismo miércoles.
«Sé que en este momento los vecinos de Machu Picchu están reunidos y espero que en los próximos minutos y sino en las próximas horas, podamos tener novedades buenas para todos porque tener un día más de huelga le hace daño sobre todo al pueblo y distrito de Machu Picchu y también al Perú», añadió.
Desde el jueves pasado, pobladores y operadores turísticos protestan en Machu Picchu por el cambio de venta de entradas a la plataforma de una empresa privada y han bloqueado los accesos a la ciudadela inca, lo que ha provocado el cierre del monumento.
Desde hace meses, dicho ministerio impulsó una nueva página web operada por Joinnus en la que se podían comprar las entradas para varios monumentos culturales del país, y desde el 20 de enero era posible adquirir las de la famosa maravilla mundial, lo que ocasionó el inicio del malestar y el anuncio de los paros.
Tras el primer día de protestas que acabó con enfrentamientos con la Policía y manifestantes, el Gobierno argumentó que no iba a volver al modelo anterior de venta puesto que daba lugar a la venta de entradas en el mercado negro.
Y por su parte, la empresa Joinnus emitió un comunicado en el que afirmó haber renunciado voluntariamente a percibir una comisión por cada entrada al Machu Picchu por un lapso de seis meses, fecha cercana al fin de su orden de servicio con el Ministerio de Cultura.
«Si bien la orden de servicio en cuestión culmina en agosto del 2024, estamos enviando una carta al Ministerio ofreciendo adelantar su fecha de vencimiento y poniéndonos a disposición para el inicio de un nuevo proceso de selección, si lo considera conveniente», indicó.
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