Las agencias federales trasladaron a decenas de adolescentes inmigrantes ilegales no acompañados a Nueva York sin avisar con antelación a los funcionarios correspondientes sobre su llegada, reportó el New York Post.
El viernes, dos aviones que transportaban cada uno a unos 24 adolescentes no acompañados aterrizaron en el aeropuerto del condado de Orange, en Montgomery, Nueva York, dijo el ejecutivo del condado Steve Neuhaus, un republicano, al New York Post. A su llegada, los menores fueron subidos a autobuses de enlace y enviados a varias localidades de Kingston, Poughkeepsie y la ciudad de Nueva York. Los vuelos y los autobuses fueron rentados por agencias federales.
El aeropuerto del condado de Orange, así como el aeropuerto internacional de Steward, situado en las proximidades, habían recibido anteriormente a varios inmigrantes ilegales. Sin embargo, los agentes federales tampoco habían avisado de su llegada en esas ocasiones.
Neuhaus criticó a la Administración Biden por hacer un mal trabajo en la gestión de la crisis de la inmigración ilegal y subrayó la necesidad de una mayor transparencia en las operaciones de reubicación del gobierno federal.
«Ha sido absolutamente salvaje», dijo al New York Post. «Nunca había visto algo así».
En una entrevista con Fox News, el subcomisario Paul Arteta, de la policía de Montgomery, dijo que los funcionarios no tenían ni idea de dónde estaban los padres de los jóvenes no acompañados.
Después de «docenas de llamadas» a los funcionarios locales, Arteta se enteró de que el vuelo fue autorizado por la Oficina de Reasentamiento de Refugiados, una división dentro del Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos.
«Nos están dejando tirados y no lo vamos a tolerar», dijo el alcalde de Montgomery, Steve Brescia, a Fox News. «Esperamos que no lleguen más vuelos al aeropuerto, porque no podemos soportarlo. No hay suficiente seguridad allí. No hay suficientes recursos en nuestra comunidad. Los contribuyentes no pueden absorber lo que nos hicieron».
Declaración de emergencia
La acción federal se produjo mientras el alcalde de la ciudad de Nueva York, el demócrata Eric Adams, emitía el 7 de octubre la Orden Ejecutiva de Emergencia 224, que ordena a todas las agencias pertinentes de la ciudad que coordinen su respuesta a la crisis de los inmigrantes.
En un discurso, Adams dijo que la ciudad de Nueva York albergaba a más de 61,000 personas en los sistemas de acogida, entre las que había unos 20,000 niños. Desde abril, más de 17,000 solicitantes de asilo han sido trasladados a Nueva York desde la frontera sur. A finales del año fiscal 2022, la ciudad habrá gastado al menos 1000 millones de dólares en la crisis.
En la actualidad, el sistema de refugios de la ciudad de Nueva York funciona casi al 100% de su capacidad. Si la tendencia continúa, la ciudad podría ver más de 100,000 inmigrantes ilegales en el año que viene, dijo Adams, según un comunicado de prensa del 7 de octubre.
«Eso es mucho más de lo que el sistema fue diseñado para manejar», declaró Adams. «Esto es insostenible. La ciudad se va a quedar sin fondos para otras prioridades».
En la Cámara de Representantes de EE. UU., 14 republicanos, encabezados por la representante Yvette Herrell (R-N.M.), escribieron a finales de septiembre una carta al secretario del Departamento de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, y al secretario de Estado, Antony Blinken, en la que les pedían que detuvieran el flujo de personas que cruzan ilegalmente la frontera desde Venezuela.
«Si ni siquiera intentan asegurar nuestro país y acabar con el tráfico de personas, pueden dar explicaciones pronto ante las investigaciones del Congreso», escribió Herrell en Twitter.
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