El gobierno de Milei expresó su rechazo a la «falsa denuncia de golpe de Estado» del presidente de Bolivia, Luis Arce Catacora, el pasado 26 de junio, y que fue «confirmada como fraudulenta» ese mismo día, según un comunicado. El gobierno de Bolivia, por su parte, respondió a las acusaciones.
«Gracias a los reportes de inteligencia, el Gobierno Nacional [de Argentina] mantuvo la calma y la serenidad frente a los hechos denunciados. El relato denunciado era poco creíble y los argumentos no encajaban con el contexto socio-político del país latinoamericano [Bolivia]», escribió la Oficina del Presidente de Argentina en un posteo de X.
El gobierno de Argentina expresó que el partido político gobernante, el Movimiento al Socialismo (MAS), controla el Poder Legislativo, el Poder Judicial, el Poder Ejecutivo y las Fuerzas armadas.
«Hace tiempo que la democracia boliviana está en peligro. No por un golpe militar, sino porque históricamente los gobiernos socialistas derivan en dictaduras. Sobran ejemplos: Cuba, Venezuela, Nicaragua, Corea del Norte», añadió.
Además, señaló que Bolivia tiene presos políticos.
Según Global Human Rights League, para el 31 de octubre de 2023 en Bolivia se contabilizaban al menos 295 presos políticos, incluida la expresidenta Jeanine Áñez, que fue condenada a 10 años de prisión.
«La República Argentina espera que prevalezca la democracia que hace años está siendo atacada en el Estado Plurinacional de Bolivia, e insta a las fuerzas de ese país a garantizar el Estado de Derecho de su territorio».
En respuesta, el gobierno de Bolivia expresó su rechazo a las declaraciones e instó al gobierno de Argentina mantener «una convivencia pacífica» entre los dos países.
«En el marco del respeto a nuestra soberanía y a la dignidad del pueblo boliviano, expresamos nuestro enérgico rechazo a las declaraciones inamistosas y desinformadas del presidente de Argentina, Javier Milei, sobre el intento de golpe de Estado en Bolivia. La convivencia pacífica y la hermandad entre nuestros pueblos nunca debe ser perturbada por intereses mezquinos e ideología fascistas», dice una publicación del departamento de comunicaciones del Estado Plurinacional de Bolivia.
La viceministra de comunicaciones de Bolivia, Gabriela Alcón coincidió.
“Nosotros siempre hemos mantenido una posición de respeto y vamos a exigir el mismo respeto al tema de injerencia”, dijo la viceministra de Comunicación, Gabriela Alcón, en un mensaje televisado en Red Uno.
El Ministerio de Relaciones Exteriores emitió un comunicado en el que rechazó las declaraciones del gobierno, negó las acusaciones de la existencia de presos políticos y pidió «no intervenir en los asuntos internos de otros estados».
«El Ministerio de Relaciones Exteriores del Estado Plurinacional de Bolivia rechaza enérgicamente las inamistosas y temerarias declaraciones por la Oficina del Presidente de la República Argentina (OPRA), (…) en referencia al golpe de Estado militar fallido ocurrido el 6 de junio de 2024, con la participación un grupo de militares insubordinados que cercaron el Palacio de Gobierno de Bolivia, derribando el ingreso e intentando tomar el poder por las armas», dice el comunicado.
«Las desinformadas y tendenciosas afirmaciones, sobre una posible existencia de presos políticos, o la posibilidad de inexistencia de un golpe de Estado militar fallido, constituyen un exceso y un negacionismo inaceptable, ante lo que invitamos a informarse y actuar sobre los principios de respeto y soberanía y no intervención en asuntos internos de otros estados», se añadió.
«Intento de golpe de Estado» en Bolivia
El miércoles 26 de junio por la tarde, un tanque militar tiró las puertas de la sede del Ejecutivo de Bolivia para abrir paso a varios militares, presuntamente presididos del comandante general del Ejército, Juan José Zúñiga, con la intención de presuntamente hacer cambios en el gabinete.
Horas después, el presidente Luis Arce enfrentó a Zúñiga pidiéndole que «repliegue a las fuerzas militares».
Luego, Arce nombró nuevos cargos militares y envió un mensaje televisado anunciando que se había realizado un «intento de golpe de Estado».
«El país hoy está enfrentando un intento de golpe de Estado, hoy el país enfrenta una vez más intereses para que la democracia en Bolivia se trunque. Aquí estamos el gobierno nacional con sus ministros y ministras, firmes con nuestro vicepresidente en Casa Grande para enfrentar todo intento golpista (…) a nuestra democracia», dijo Arce en un mensaje televisado.
«El pueblo boliviano hoy está convocado, necesitamos que el pueblo boliviano se organice y se movilice contra el golpe de Estado y en favor de la democracia. No podemos permitir que intentonas golpistas se lleven vidas bolivianas. Queremos exhortar a todos a que defendamos la democracia. Estamos firmes en Casa Grande con todo el gabinete», añadió.
El comandante Zúñiga fue arrestado en el lugar. Antes de partir al lugar de detención, Zúñiga afirmó que simplemente estaba cumpliendo órdenes de Arce.
«El día domingo, en el colegio La Salle me reuní con el presidente y el presidente me dijo: ‘la situación está muy jodida, esta semana va a ser crítica, entonces va a ser necesario hacer algo para levantar mi popularidad’. Entonces me dice: ¿Sacamos los blindados?’ y dijo: ‘sacá’. Entonces el domingo en la noche ya los blindados empiezan a bajar», señaló Zúñiga antes de ser detenido, en unas breves declaraciones con periodistas.
El comandante Zúñiga está bajo investigación y enfrenta cargos por alzamiento armado, seducción de tropa y daños al patrimonio del Estado que podrían derivar en penas de entre 15 a 30 años de prisión, según dijo el procurador general, César Siles.
Desde entonces, al menos 21 militares han sido detenidos en Bolivia y enviados a prisión preventiva tras relacionarlos con el presunto «intento de golpe de Estado» y enfrentan sentencias de prisión.
(AIZAR RALDES/AFP via Getty Images)
Con información de VOA.
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